Persecución en China: tecnología contra las protestas

La policía de Beijing utiliza programas de reconocimiento facial y rastreo de celulares, entre otras herramientas de vigilancia, para localizar a los manifestantes antigobierno

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La policía china desplegó sofisticadas herramientas de vigilancia, incluyendo programas de reconocimiento facial y rastreo de teléfonos, para localizar a los manifestantes implicados en las recientes protestas y sofocar una histórica ola de ira.

La frustración por las severas y prolongadas restricciones sanitarias para luchar contra el Covid-19 ha dado lugar a un levantamiento popular de una magnitud no vista en décadas en el gigante asiático.

Los manifestantes también corearon el fin de semana pasado reivindicaciones políticas. Algunos incluso exigieron la renuncia del presidente Xi Jinping, que recientemente asumió un tercer mandato.

El gobierno llamó a “reprimir” las protestas y desplegó un importante arsenal de seguridad, incluyendo herramientas de vigilancia de última generación para localizar a los manifestantes.

“Al parecer, en Beijing, Shanghai y Cantón la policía utiliza métodos de muy alta tecnología”, explica Wang Shengsheng, una abogada que ofrece a los manifestantes ayuda legal gratuita.

“En otras ciudades parece que utilizan las imágenes de vigilancia y el reconocimiento facial”, añade esta especialista de los derechos humanos, que vive en Shenzhen (sudeste).

En la capital, Beijing, la policía pudo utilizar los datos de localización de los celulares. También pudo obtener estos datos solicitando a los taxis que transportaron a los manifestantes, y que controlaron los pases sanitarios.

Muchas personas en Beijing “no entendieron por qué la policía los contactó cuando simplemente pasaron por delante del lugar de la manifestación y no participaron”, afirma la letrada.

En Shanghai, la policía convocó a aquellos que identificó para interrogarlos y confiscó sus teléfonos “quizás para extraer todos sus datos”, añade.

MIEDO Y PARANOIA

En Cantón, algunas personas aseguraron a la abogada que sus cuentas de Telegram fueron pirateadas después de controles policiales durante las manifestaciones.

Las cuentas de Telegram de manifestantes detenidos en Beijing seguían activas mientras estaban en prisión, dijeron a la abogada amigos de estos últimos, lo que sugiere que la policía tenía acceso a ellas.

En alerta máxima debido a denuncias de nuevas detenciones e intimidaciones policiales, los manifestantes se envían mensajes en grupos de discusión encriptados, a los que sólo se puede acceder mediante un software VPN que es ilegal en China.

Allí intercambian recomendaciones sobre cómo evitar infiltraciones de policías, así como consejos legales sobre qué hacer si se los interroga, se los detiene o se les confiscan los teléfonos móviles.

Lo importante es borrar de sus celulares cualquier rastro de que participaron en manifestaciones, incluyendo conversaciones, videos y fotos.

 

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