Miralo a Aston, el toro que se cree caballo

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Al pie de los viñedos de un pueblo del este de Francia, Sabine Rouas sale en la mañana sobre el lomo de Aston, un toro de 1,4 toneladas que pasea apaciblemente. Mientras jinete y toro avanzan, un hombre detiene desconcertado su furgoneta ante la escena que acaba de presenciar, y toma el celular para inmortalizarlos. Entonces, Sabine dice entre risas: “¡Francamente, no inventé nada!”. Está acostumbrada a estas reacciones, ya que en cada una de sus salidas, Aston provoca la misma sorpresa, es una celebridad local.

Sabine agrega con la mayor naturalidad: “Mire a toda la gente del mundo que monta animales como avestruces, camellos, elefantes...”.

Tan pronto como asoma el hocico, este singular toro llama la atención en esta región de la Mosa. Y mucho más allá, pues “¡Aston es conocido hasta en Japón!”, cuenta la mujer, gracias a las redes sociales, que administra su marido, Yannick Kirschhoffer.

 

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