Tambores de guerra: Rusia “lista” para invadir Ucrania

EE UU volvió a advertir que la incursión podría darse “en cualquier momento”. Siguen los esfuerzos diplomáticos en medio de una situación que Alemania calificó de “crítica”

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KIEV

EE UU reiteró ayer que Rusia podría invadir Ucrania “en cualquier momento” tras el fracaso de los últimos esfuerzos diplomáticos, una situación que Alemania calificó de “crítica” y que quiere mejorar con sendos viajes de su jefe de gobierno a Kiev y Moscú.

El presidente de EE UU, Joe Biden, habló ayer con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, y ambos acordaron insistir con la “diplomacia y la disuasión” ante Moscú. Asimismo, Zelenski invitó Biden a visitar Kiev “en los próximos días”, para que manifieste el apoyo de Washington frente al riesgo de una invasión rusa, según citó la presidencia ucraniana.

El mismo día, Alemania, que estas últimas semana fue criticada por Ucrania y varios socios occidentales por ser muy complaciente con Moscú, endureció su postura. El día de su reelección, el jefe de Estado, Frank-Walter Steinmeier, estimó que Moscú tenía la “responsabilidad” del riesgo de una guerra en el este de Europa.

Y el canciller Olaf Scholz, que viajará hoy lunes a Kiev y mañana martes a Moscú, consideró que la situación es “crítica” y “muy peligrosa”. Y advirtió que las sanciones de los países occidentales contra Rusia tendrían efecto “inmediato” en caso de incursión militar.

A Rusia le “importan una mierda” estas posibles sanciones, reaccionó el embajador ruso en Suecia, el veterano diplomático Viktor Tatarintsev, al diario sueco Aftonbladet. El contexto sigue siendo de extrema tensión, con más de 100.000 soldados rusos desplegados en la frontera ucraniana y en medio de maniobras militares en el mar Negro y Bielorrusia.

SITUACIÓN RIESGOSA

Washington volvió a insistir ayer en que los rusos podían atacar a Ucrania “en cualquier momento”, según dijo a Fox el portavoz del Pentágono, John Kirby.

El sábado, el presidente Joe Biden mantuvo una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, pero no le dio “motivos para el optimismo”.

La situación ha alcanzado un punto “crítico”, estimó por su parte una fuente anónima del gobierno alemán. “Nuestra preocupación creció, creemos que la situación es crítica, muy peligrosa”, apuntó.

Pero, pese a todo, Alemania continúa negándose a entregar armas “letales” a Ucrania, usando como justificación una política instaurada tras la Segunda Guerra Mundial en el país, que prohíbe ese tipo de ventas en zonas de conflicto.

Pese al ambiente crispado, Ucrania prometió ayer que mantendrá abierto su espacio aéreo. “El espacio aéreo de Ucrania permanece abierto y el Estado está trabajando para prevenir los riesgos para las compañías aéreas”, indicó el ministerio de Infraestructura en un comunicado publicado en Facebook.

El sábado, la aerolínea neerlandesa KLM anunció que suspendía todos sus vuelos en el espacio aéreo ucraniano hasta nuevo aviso. Una conexión prevista el sábado por la noche fue cancelada.

KLM no ha vuelto a sobrevolar el este de Ucrania desde que el avión que cubría el vuelo MH17 entre Ámsterdam y Kuala Lumpur fue abatido en esa región en julio de 2014, una tragedia en la que murieron más de 250 personas.

“AROMA A MUNICH”

Por su parte, el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, afirmó que había como un “aroma a Munich” en los esfuerzos diplomáticos para desescalar la crisis, en alusión al acuerdo que permitió a la Alemania nazi anexar los Sudetes (una zona de frontera de Checoslovaquia) en 1938, pero que fracasó a la hora de evitar una guerra.

Esta declaración enfureció a Ucrania, que no deja de hacer llamados a la calma.

“No es el mejor momento para ofender a nuestros socios en el mundo”, en un momento en el que “hay pánico por todas partes”, tanto en la población como en los mercados financieros, reaccionó el embajador ucraniano en el Reino Unido, Vadim Pristaiko.

Por otra parte, Rusia expresó su preocupación por la decisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de “relocalizar” a parte de su personal radicado en Ucrania.

“Algunos Estados participantes han decidido que sus respectivos miembros de la Misión Especial de Observación abandonen Ucrania en los próximos días”, pero la Misión “seguirá cumpliendo su mandato aprobado por la OSCE con sus observadores desplegados en 10 ciudades de Ucrania”, señaló esa organización en un comunicado.

Rusia acusa a la OSCE de seguir “la psicosis militar fomentada por Washington” y de ser utilizada “como una herramienta para una posible provocación”.

Mientras, la lista de países que piden a sus ciudadanos que abandonen Ucrania va en aumento, entre ellos EE UU, Alemania, Italia, el Reino Unido, Países Bajos, Canadá, Noruega, Australia, Bulgaria, Eslovenia, Japón e Israel.

Moscú niega que quiera atacar a la antigua república soviética, pero exige ciertas garantías en materia de seguridad, entre ellas que la OTAN no admita entre sus miembros a Ucrania, un punto inaceptable para Occidente. (AFP)

 

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