Latinoamérica y la dolarización
Edición Impresa | 14 de Febrero de 2022 | 04:16

Redacción de EFE
El reemplazo de la moneda local por el dólar como método de pago o instrumento de fijación de precios ha sido una práctica a la que han recurrido varios países de América Latina, con resultados dispares, de acuerdo al perfil económico financiero y la naturaleza de la crisis que propició la medida, según las experiencias recabadas por Efe para una panorámica regional con motivo del 20º aniversario del fin de la paridad cambiaria en Argentina (en el 2001), que se conocía como el “uno a uno”: si tenías un peso, tenías un dólar.
La hiperinflación asustaba en las calles y Domingo Cavallo, ministro de Economía de entonces (1991) encontró el antídoto contra la crisis. Se llamó Plan de Convertibilidad y su éxito dependía de que el Estado respaldara en reservas esos dólares que circulaban de mano en mano. Si bien durante el primer año la inflación bajó del 1.344 % al 25 %, el tiempo demostró, once años más tarde, que establecer un vínculo cambiario con la divisa estadounidense para estabilizar la volátil economía del país fue un placebo.
El viernes se cumplieron dos décadas desde que Argentina puso fin a ese experimento fallido, una efeméride que reabre el debate sobre si la dolarización es una alternativa adecuada para economías emergentes como las latinoamericanas, con monedas permanentemente susceptibles a la depreciación.
Argentina, donde según los expertos existe una economía “bimonetaria” en la que la vida cotidiana se resuelve en pesos, pero se ahorra en dólares, se hacen las grandes transacciones en dólares -como la compra venta inmobiliaria- y hasta se fija el valor de bienes y servicios.
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