Los templos en guardia ante la inseguridad

Tras los difíciles meses de la pandemia en la que se vieron forzados a permanecer cerrados, los templos de la Ciudad se organizan para estar abiertos la mayor cantidad de horas posibles, pero siempre resguardando las instalaciones para no sufrir hechos de inseguridad. “Con sus horarios, pero todas las iglesias funcionan normalmente, no hay ninguna normativa expresa y cada cual se adapta a sus posibilidades”, sostuvo un vocero del Arzobispado.

Atrás quedaron los años en los que las iglesias permanecían abiertas desde el amanecer hasta el anochecer y los feligreses podían hacer un paréntesis en su vida para entrar a rezar cuando lo creyera necesario. Es que las iglesias no escapan a los hechos delictivos que afectan al resto de la sociedad, por eso es que muchas se enrejaron, colocaron cámaras y están abiertas sólo en los horarios en los que funciona la secretaría parroquial, cuando hay personal de vigilancia o en los momentos de culto.

La iglesia Inmaculada Madre de Dios, en Gonnet, suele estar cerrada durante la mañana por una cuestión de seguridad, ya que no hay nadie que en ese tramo del día pueda permanecer en el templo. El sacerdote Gabriel Baci aclaró que por las tardes se encarga de que el lugar permanezca abierto.

Si bien el edificio cuenta con cámaras de seguridad esa fue la opción más viable para abrir sin sobresaltos.

“Nosotros tenemos la característica de que la iglesia es toda vidriada, entonces se ve para adentro y quien lo desee puede rezar desde el parque a las imágenes o al Sagrario, todo está expuesto”, sostuvo y aclaró que por las tardes abre las puertas desde temprano y así permanece hasta una hora después de la misa.

En el Arzobispado se comunicó que no hay muchos templos que estén cerrados y que la mayoría organiza sus horarios en torno a las misas que se ofician. “La iglesia de San Roque está enrejada, pero los fieles se pueden acercar a rezar”, se explicó para graficar cómo, a pesar de los cerramientos, se dejan algunas aberturas que permiten ver el interior.

Otra de las iglesias emblemáticas de la Ciudad, la basílica San Ponciano, también está abierta la mayor parte del día, fundamentalmente cuando está en actividad la secretaría parroquial.

Se reconoció que algunas capillas sufrieron hechos vandálicos, pero se aclaró que “no hay normativa con respecto al funcionamiento de cada iglesia, todas funcionan normalmente y tienen sus horarios de culto”.

El sacerdote Hernán Remundini remarcó que la Catedral puede estar abierta desde la mañana temprano hasta el anochecer, porque cuenta con un sistema de seguridad que está a cargo de la Policía bonaerense.

“Todos tratamos de organizarnos para que las iglesias puedan estar abiertas el mayor tiempo posible”, aseguró el religioso.

Otra iglesia que abre muchas horas al día es Perpetuo Socorro. El templo de diagonal 76 al 600 permanece abierto todos los días por la tarde, especialmente para la oración del Santo Rosario y para que los fieles concurran a la misa que se da a las 18.

“Los sábados por la mañana hay bautismos y por la tarde, misas a las 18 y a las 19 horas; los domingos se ofician a las 10, 11, 18 y 19 horas. El resto de los horarios se atienden confesiones o a los fieles que desean conversar con el sacerdote”, se informó desde esa parroquia. Allí la secretaria atiende los lunes, martes y jueves. El templo está abierto siempre que haya gente y hasta el momento no hubo que lamentar episodios de inseguridad.

Con el objetivo de que quien lo desee pueda acercarse a rezar en cualquier momento, los responsables de la Parroquia Cristo Rey, ubicada en calle 81 y 8 bis, sostuvieron que se trata de que el lugar esté abierto la mayor parte del día. El sacerdote Rubén Marchione indicó que de miércoles a sábados se puede visitar entre las 10:30 y las 18.

“No hemos tenido cuestiones de inseguridad en la iglesia, pero tratamos de tomar todas las medidas posibles, por ejemplo tenemos cámaras y hay una persona cuidando en esas horas. No sufrimos ningún episodio, pero se ha visto algún arrebato en las inmediaciones”, concluyó el sacerdote.