Hallaron colgado a un joven en Melchor Romero

Un joven de 22 años, identificado como Agustín Boneta, fue hallado colgado de un tirante y sin vida por su cuñado en un galpón situado en Melchor Romero, quien lo trasladó de urgencia a un hospital donde constataron que había muerto. Fuentes oficiales informaron que en el lugar había tres cartas escritas de puño y letra por el fallecido. Y que, si bien todo parece indicar que se trató de un suicidio, los investigadores no descartan “nada”.

Es que, según pudo saber este diario, Boneta tenía las manos atadas y estaba en un sector en el que era difícil “que se pudiera colgar sin ayuda”.

Un vocero vinculado a la causa explicó que “hay que tener en cuenta que a veces se atan las manos para evitar ‘autosalvarse’. El tema es cómo se ató y dónde, porque el muchacho que lo encontró y lo sacó le cortó los cables. Es raro, pero ocurre, que se aten por atrás. Ahora hay que determinar si es posible que ese nudo se lo pueda ajustar una persona sola”. En esa línea, agregó que “será la autopsia la que permita resolver cómo es el surco de ahorcadura, que puede volverse un dato concluyente”.

Los peritos se encontraban analizando, entre otras cosas, las notas dejadas por el joven, los cables usados y otros elementos. Asimismo, se recabaron testimonios de la gente que pasó por el lugar mientras el familiar clamaba por ayuda.

Los detectives incautaron cuadernos escritos por Boneta “para cotejar la letra”, al tiempo que registraron su domicilio con personal de la Policía Científica en busca de objetos importantes para la causa.

La causa, en la que interviene la UFI Nº 5, a cargo del fiscal Juan Menucci, está caratulada como “averiguación de causales de muerte”. Con todo, las fuentes remarcaron que “estos casos se investigan siempre como si fueran un homicidio, aunque todo parece indicar que se trató de un suicidio”.

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Como se dijo, el cuerpo de Boneta fue descubierto por su cuñado, cuando lo vio atado del cuello con una soga a un tirante de un galpón situado en 35 entre 156 y 157. Tras descolgarlo, le practicó maniobras de reanimación. En ese momento se hizo presente un móvil de la comisaría Decimocuarta y derivaron al joven al hospital Alejandro Korn. Sin embargo, cuando ingresó en el sanatorio ya estaba sin vida. Efectivos del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la seccional analizaron la escena y encontraron “tres cartas escritas en manuscrita donde la víctima se despedía de familiares”, precisaron.

UN HECHO PARECIDO EN ENSENADA

A fines de diciembre del año pasado, en una vivienda de la calle Liniers entre Haramboure y Quintana, en Ensenada, hallaron a un hombre de 44 años colgado de un árbol. Tenía sus dos manos atadas por la espalda con una soga, lo que haría prácticamente imposible que, en ese estado, pudiera atentar contra su vida. Fuentes del caso explicaron que sobre el fallecido pesaba una denuncia por violencia de género y que su pareja, en las últimas horas habría acudido a una sede policial en busca de un botón antipánico.

Su cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición, por lo que debió ser refrigerado para poder someterlo a un examen forense y determinar si presentaba lesiones mortales compatibles con la agresión de un tercero. Todo se descubrió cuando los vecinos comenzaron a llamar al 911 a causa de los olores nauseabundos, que provenían del lugar. Lo identificaron como Gustavo César Pérez y trabajaba para una empresa subcontratista de YPF.