Audaz golpe armado a metros de la Gobernación

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Otra mañana para el olvido acumuló un joven venezolano luego de que un delincuente asaltara la panadería en la que trabaja ubicada a pocas cuadras de la Gobernación.

“Esta vez no fue tan traumático”, confesó Cristian al comparar el robo que vivió el pasado martes con el hecho que sufrió en septiembre del año pasado cuando dos motochorros armados lo arrojaron de su moto en un semáforo para quitársela.

Al igual que esa situación, el robo del pasado martes ocurrió a las 8.30 de la mañana, justo el mismo día en el que una familia venezolana fue abordada por un ladrón en La Loma que con violencia le arrebató varias de sus pertenencias.

Recién había abierto las puertas del local denominado “Costumbres Argentinas”, ubicado en diagonal 80, entre 49 y 50, cuando un sujeto que había llegado al lugar en moto entró a la panadería.

“Enseguida supe a qué venía. Ya cuando estaba entrando se levantó la ropa y me mostró un arma de fuego. Lo único que atiné a hacer fue correr hacia el fondo para avisarle a mi compañero de la cocina que habían entrado a robar y que debíamos ponernos a resguardo”, rememoró.

Explicó que en el instante de nerviosismo pensó en la posibilidad de correr una heladera para esconderse con su compañero detrás del aparato. “Estábamos muy nerviosos y lo que terminamos haciendo fue guardar nuestros teléfonos en un freezer”, señaló.

Mientras en el fondo debatían cuál era la forma más efectiva de esconderse, el ladrón comenzó a hurgar en el mostrador hasta que se topó con la caja registradora.

No le costó mucho trabajo abrirla. Con un golpe certero logró acceder a ella y tomó todo el dinero que había. En total, el sujeto tardó 30 segundo en dar el golpe.

“En total se llevó 1500 pesos de unas ventas que se habían hecho más temprano. Si bien nosotros estábamos preocupados por nuestra seguridad también temíamos que el ladrón pudiera atacar a algún cliente”, destacó Cristian.

“En un momento decidí salir a ver qué estaba haciendo el tipo. Me asomé por una ventana para despachar pedidos y me vio. Me apuntó con un arma y tuve que volver a esconderme”, contó Cristian que no dudó en confesar que vivió con mucho pánico los instantes que estuvo escondiéndose en la cocina.

“Uno cree que por la mañana nada puede sucederle a uno pero está claro que los robos pueden pasar a cualquier hora”, manifestó el joven al referirse a las dos malas experiencias que ha tenido en nuestro país.

Cristian contó que llegó hace algunos años a la Argentina ante la difícil situación económica y la inseguridad que imperaban en su Venezuela natal.

Su historia es prácticamente un calco de las vicisitudes que empujaron a una compatriota suya que el pasado martes, en horas de la noche, se convirtió junto a su familia en víctima de un robo callejero.

Tal como dio a conocer este diario, una mujer de 69 años que paseaba con su hija y su nieto de tres años fue arrastrada por el suelo por un ladrón armado con un cuchillo. Después de un forcejeo, el sujeto terminó saliéndose con la suya y escapó con la cartera de la dama.

 

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