“No da para más”: bronca por otra pelea en el Centro

Este 2022 comenzó activo para los violentos, a juzgar por las reiteradas escenas de pugilato que se observan en las calles de La Plata. Los niveles de agresividad son cada vez más altos y, si se le suma el alcohol, la situación se vuelve imparable.

Si bien la violencia callejera es una nueva realidad que afecta a todo el país, en la Ciudad se ve cada vez con más frecuencia. Peleas por discusiones de tránsito, entre vecinos, hechos de violencia de género, se cuentan por decenas de semana a semana.

Para los vecinos de la zona de bares y restaurantes que se extiende por diagonal 74 entre plaza Italia y plaza Moreno, esta realidad que se describe plantó bandera hace días.

El descontrol nocturno parece haber hecho base en un sector del Centro que antes era tranquilo. “Ruido y gritos hubo siempre, porque es un lugar muy transitado. Cuando empezaron a poner bares creció, pero casi siempre era tolerable”, le contó una frentista a EL DIA.

Sin embargo, añadió que “ahora es imposible, no da para más. Se agarran a las piñas todas las noches, a veces en más de una oportunidad, y no pasa nada. Hubo momentos en los que ni apareció la Policía”.

El viernes último tuvo lugar otro episodio de furia que terminó con empujones, trompadas, patadas y alaridos. Según los testigos, varios jóvenes se trenzaron en una salvaje riña durante la madrugada, por motivos pueriles.

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La batahola empezó en diagonal 74 entre 47 y 48, donde se vivieron momentos de extrema tensión. Y pese a que algunos de los presentes intentaron intervenir para frenar la disputa, no lo lograron.

Como suele ocurrir en estos casos, la secuencia fue filmada por los celulares de quienes presenciaron la pelea.

En las imágenes a las que accedió EL DIA, se puede observar cómo al menos cinco sujetos se agarraban y pegaban, mientras muchos otros los rodeaban. También se logra advertir a una mujer en medio del tumulto, quien alcanza a tirar un manotazo con destino incierto.

La policía llegó al lugar poco después, a raíz de las denuncias de los vecinos. Pero los combatientes, lejos de frenar ante la presencia de los uniformados, continuaron con el intercambio de nudillos y zapatos como si nada.

“Tiene que haber un operativo todas las noches que prevenga estos episodios. No podemos vivir así”, pidió el dueño de un local.