Plazas, calles, avenidas y parques con cables a la vista en las luminarias

La primavera, el verano, el otoño. En todas las estaciones en las que se puede disfrutar últimamente del espacio público hay que andar con cuidado por la inquietante presencia de los cables que asisten las lámparas de las columnas del alumbrado público.

La problemática, según las quejas de vecinos de diversos puntos de la Ciudad, lleva ya varios meses y afecta de manera “pareja” el equipamiento, tanto en sus modelos clásicos de grueso metal de fundición como en las más modernas, de chapa.

“Estoy viendo los cables que llevan la electricidad de la columna, con mi hijo a mi lado. Salimos un rato afuera para jugar y me encuentro con este peligro”, lamentó un vecino que seguía de cerca los movimientos de un nene en edad de Jardín de Infantes en la zona del circuito aeróbico del Bosque.

Una recorrida por otras denuncias de vecinas y vecinos de la Ciudad permite imaginar un mapa de los peligros en zonas como la avenida 53 entre plaza Moreno y Malvinas, algunas áreas del Bosque y las plazas Paso, San Martín y Azcuénaga. Son algunos de los puntos que se señalan, pero no los únicos.

El problema no es nuevo y desde la Municipalidad se reconoce. Allí lo atribuyeron al “vandalismo”, el fenómeno de daño urbano que en la Ciudad no solo se encargaría de quitar las pequeñas tapas metálicas que sirven para inspeccionar la instalación eléctrica de las columnas.

Un robo también dejó a oscuras la esquina de 3 y 37, de donde se llevaron dos luces led

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A esa postal más inquietante para la seguridad se suma la del ataque a las paredes, persianas y carteles -de propiedad pública y privada- con pintura.

No todo es daño. Según fuentes de la Policía, los faltantes también son atribuibles al comercio ilegal de metales reciclables. Así, las tapas de los cables de las columnas, se podrían sumar a las de cámaras de inspección de desagües pluviales y cloacales, a las piezas de metal en los frentes de edificios (barandas y porteros) y viviendas particulares y tendidos aéreos de cables de las empresas de servicios públicos.

Ante el cuadro, desde el Municipio se informó que hay en marcha “un plan para la reposición” de los faltantes en las columnas de alumbrado público.

EN 3 Y 37, A OSCURAS

El robo dejó sin luz al vecindario de 3 y 37, en Barrio Norte. “Fue entre las 4 y las 6 de la mañana. Un vecino que tiene cámaras vio que pasó una persona. Luego unas camionetas y en minutos quedó todo oscuro. Se llevaron las luces led de la calle”, dijo Norma, vecina de la zona.

Las luminarias concentran varias quejas vecinales. Por fuera del peligro, en algunos casos por la ausencia de iluminación, en otros por el constante encendido que genera gastos eléctricos.

Esta semana, vecinos de Plaza Belgrano, en City Bell, manifestaron su reclamo por una de las columnas de ese espacio verde: a plena luz del día estaba prendida.

Por otro lado, en 57 y 28, sumaron su reclamo por la falta de respuestas a la ausencia de luz.

Un vecino de la cuadra le dijo a este diario que las luces de la columna 95.486 no funcionaban. Al reclamar al municipio, le respondieron que habían solucionado el inconveniente, contó. Sin embargo, se encontraron con que retiraron la luminaria y la cuadra quedó en la oscuridad, dijo.

También piden por iluminación nocturna en las inmediaciones del “Conservatorio de Música Gilardo Gilardi”, situado en 12 y 523. Por allí, la calle “queda en completa oscuridad en cuanto cae la noche”, se indicó.

A esa institución “asisten chicos desde los 12 años que, al salir, no cuentan con iluminación ante cualquier peligro. Algunas clases terminan después de las 22, por lo que la luminaria es fundamental”, comentó la madre de una alumna.