Dos campeones que la están pasando mal

La Fórmula 1 en su paso por Albert Park dejó en claro que Leclerc y Ferrari están a años luz del resto y al mismo tiempo que hay dos campeones -Max Verstappen y Lewis Hamilton-, pasando por apuros que han puesto en alerta a sus equipos de cara a los desafíos que se vienen.

El monegasco está aprovechando su muy buen momento sumado al funcionamiento perfecto de un auto muy superior al resto con un potencial que ya había quedado en claro con la pole position sellada el sábado. Como en la anterior victoria de Baréin, Leclerc marcó el camino durante toda la carrera y en el único momento que pasó por cierta zozobra fue cuando Verstappen intentó sin éxito una maniobra de superación antes de cumplirse la primera mitad de la carrera.

Un dominio del principio al fin que le permitió al hombre del auto rojo escaparse en la cima del campeonato y si bien falta mucho para que la máxima categoría del automovilismo mundial entre en la zona de las definiciones para el título 2022, indudablemente Leclerc está un paso delante de todos y costará mucho darle pelea.

En cambio, el inicio de temporada no le está mostrando la mejor cara al actual campeón que volvió a quedarse con las manos vacías por segunda vez en el año después de abandonar en la vuelta 41 del Gran Premio de Australia por una falla insalvable y con el motor en llamas en su Red Bull.

“Es muy decepcionante no haber terminado la carrera, aún no sé qué pasó con el coche; lo llevaremos de vuelta a la fábrica y allí se analizará todo”, reconoció Verstappen minutos después de retirarse de la pista visiblemente molesto. Naturalmente que la cara de pocos amigos y estas afirmaciones del piloto han puesto en alerta a Red Bull, escudería con la que recientemente firmó una ampliación de su contrato hasta 2028.

Para dejar más en claro el cuadro de situación también dijo: “Ya estamos a millas de distancia (con respecto a Leclerc), así que no quiero ni pensar en la lucha por el campeonato en este momento. Creo que es más importante terminar carreras, porque hoy fue en general, simplemente otro mal día, otra vez”. Un sacudón para todos quienes manejan el equipo que más festejó durante toda la temporada anterior.

Otros conceptos, pero el mismo enojo, cerraron el monólogo de Max delante de los periodistas: “Sabía que no podía luchar contra Charles, así que no tenía sentido tratar de presionarle. Pero ni siquiera terminamos la carrera. Es bastante frustrante e inaceptable”, en otra clara advertencia para su escudería.

También la está pasando mal Hamilton que, de haber sumado siete títulos y un dominio abrumador en los últimos años ha saltado a este presente en el que le resulta imposible pelear por un lugar en el podio como ocurrió este fin de semana. El inglés debió conformarse con el cuarto puesto después de tener que pelear con fallas en el Mercedes Benz, otrora invencible en la F1.

El inglés tuvo que aclarar que quiso decir en un mensaje por radio, durante las últimas vueltas, que algunos tomaron como crítica al equipo. “Me han puesto en una posición realmente difícil”, dijo, pero luego reparó que “básicamente, no pude competir por la posición, por el podio, porque el motor se estaba sobrecalentando”, explicó. “Así que tuve que aflojar, reducir la velocidad, quedarme detrás”, explico Hamilton que ahora está quinto en el campeonato con 28 puntos contra los 71 del líder Leclerc.

Un nuevo capítulo de la siempre convocante Fórmula 1. Con una confirmación, el poderío de Ferrari y un mar en dudas en torno a Verstappen y Hamilton, dos campeones que la están pasando mal.

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