Esteban Lisazo: "El espectador sale cambiado del teatro"

Enredos, suspenso, traiciones, sorpresas y, sobre todo, mucha diversión es la propuesta de "Farsantes (el club de los estafadores)", una comedia que se ofrece los miércoles en el porteño Teatro Border en la que “nadie es lo que parece”, según definió Esteban Lisazo, uno de sus protagonistas, en diálogo con EL DIA.

Gabriel Villalba (director de la explosiva "La Bomba") dirige esta comedia de Gabriel García que, coescrita por Matías Puricelli y Francisco Ruiz Ballet, está protagonizada por un elenco de jóvenes artistas entre los que se destaca Lisazo, versátil actor e intérprete toldense que se ha lucido en las últimas producciones de la compañía Fuerza Bruta.

Esta comedia, que completa su elenco con Sebastián Dartayete, Pedro Di Salvia, Brenda Fabregat, María Rosa Frega, Luana Pascual y Julián Pucheta, sigue los pasos de Pedro, un humilde e inocente joven de un pequeño pueblo del norte que, por esas cosas de la vida, termina viajando a la gran ciudad para reclamar una considerable herencia de un familiar lejano. Pero en la jungla de cemento, donde se topará con el amor y otras situaciones disparatadas, Pedro también conocerá el engaño y la ambición de la mano de dos abogados que intentarán quedarse con una tajada de su fortuna.

"Farsantes" se ofrece los miércoles en el Border

Esteban Lisazo es, precisamente, uno de esos inescrupulosos abogados, el personaje con el que volvió a subir a un escenario tras el parate que impuso la pandemia y que le permitió conectarse con su verdadera esencia.

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Formado en la Escuela de Teatro del gran Agustín Alezzo, “Chori”, como lo apodan desde niño, atravesaba un 2020 con mucho trabajo, destacándose particularmente “Mesías”, la comedia de la que era parte y que se ofreció en el IFT, primero, y en El Tinglado, después.

“Venía laburando mucho, dándole mucha fuerza a mi carrera, realmente sentía que las cosas se iban dando, que iban fluyendo y de golpe fue sentir como un cachetazo”, recordó el intérprete cómo vivió la abrupta pausa que trajo el COVID-19 para los trabajadores del arte que fueron los primeros en frenar y los últimos en retomar.

 

 

 

 

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Sin poder trabajar, y en medio de una especie de crisis existencial, se refugió en su pueblo natal en donde encaró un proceso de “desintoxicación” de las redes sociales que lo llevó a explorar por aristas hasta entonces desconocidas. 

“Me vi en una situación donde todos los actores y toda la gente que trabajaba en el medio estábamos haciendo lo mismo. Entonces, me sentí como ahogado, y dentro de la locura que fue la pandemia no tuve mejor idea que cerrar todas mis redes y recluirme en Los Toldos, donde, por suerte, me convocaron para conducir un programa de radio que fue una oportunidad para incursionar en otra faceta”, contó.

El extrañamiento de su esencia, el arte, le sirvió para reconfirmar su pasión: “siempre quise volver para trabajar de lo mío, para actuar".

Esteban Lisazo

Así, cuando la pandemia aflojó un poco la soga, volvió a la ciudad donde atiende Dios y también a las redes, consciente de que “son necesarias” para los artistas independientes, aunque ahora mantiene un vínculo más moderado porque, dicen, el que se quema con leche…

Su vuelta la vivió como un fojas cero, al punto de sentirse como “una especie de Ave Fénix” que tomó más impulso con su deseo como norte: "fue decir ‘yo quiero dedicarme a esto y si tengo que empezar de nuevo, no pasa nada porque, en definitiva, es lo que me hace feliz’".

Y el universo empezó a conspirar a su favor y, entre otros proyectos (como el regreso de Fuerza Bruta que podría materializar muy pronto), "Farsantes (el club de los estafadores)" le tocó la puerta y le devolvió la sonrisa de la mano de una “comedia bien blanca”, como la definió, que le permite cumplir sus objetivos interpretativos.

"Elegí hacer una comedia porque siento que la gente lo necesita. Me gusta que la gente se divierta y que salga contenta porque de eso se trata el teatro: más allá del género, el espectador sale cambiado del teatro. Y eso para el actor es un regalo", manifestó el artista que ha protagonizado grandes campañas publicitarias de marcas de indumentaria de primera línea.

Contó que recibe cada aplauso con mucho "amor y gratitud" y, con los años, ha podido otorgarle a ese mágico momento final un significado especial. "Yo perdí a mi vieja y siempre en el aplauso me acuerdo de ella, es como un mimo de ella de arriba, lo siento así. Siempre que aplauden se me viene la cara de mi vieja y en ese momento es que como le hablo y le digo 'gracias, viejita', con un cariño muy grande. Ella no me llegó a ver actuar pero yo sé que está en todas las funciones", compartió, abriendo su corazón.

Esteban se lució como el "corredor" de Fuerza Bruta

Sobrino de Saúl Lisazo -actor argentino radicado desde hace décadas en México en donde construyó una sólida carrera en el universo de las telenovelas-, Esteban no es de los gusten acortar camino por portación de nombre. 

"Creo que los logros por cuenta propia tienen otro sabor. Hasta ahora, lo mucho o poco que conseguí lo hice solo. Confío mucho en mi laburo, en lo que hago, y sé que con pasión y esfuerzo las cosas se van a dar", concluyó, convencido de que va por el buen sentido, haciendo camino al andar.

“Farsantes (el club de los estafadores)” ofrece funciones los miércoles a las 20 en la sala ubicada en Godoy Cruz 1838. Las entradas se pueden adquirir a través de Alternativa Teatral o en la boletería del teatro.