VIDEO. Denunciaron un abuso en el Colegio Santa Ana

Otro caso de un presunto abuso sexual eclesiástico sacude a una institución educativa de la Ciudad. Se trata del Colegio Católico Santa Ana, ubicado en calle 511 entre 25 y 26, en la localidad de Hernández, donde un grupo de padres y madres denunciaron a un cura de ser el autor de un acto “pecaminoso y punible” contra una joven, alumna del establecimiento.

Agrupados por la indignación, convocaron a movilizarse en las puertas de la escuela, con pancartas y un pedido de Justicia. Incluso, algunos padres se negaron a llevar a sus hijos a modo de protesta, pero también por “miedo”.

Los hechos denunciados sucedieron en noviembre del año pasado, apenas un mes después del ingreso del cura al Santa Ana, pero tomaron estado público recién ayer.

El “director espiritual”, como lo llaman puertas adentro, el año pasado debió dejar de ser representante legal de la institución.

Sin embargo, este año continuó como profesor de la secundaria y titular de la Parroquia: da las misas, bautiza a los niños que ingresan al colegio, toma la comunión a los adolescentes y hasta enseña catequesis a partir del cuarto grado.

Según relató Lorena, una madre que tiene a sus dos hijos como alumnos del colegio, se anoticiaron del suceso el lunes pasado a través de un grupo de WhatsApp.

“Este caso de abuso pasó hace varios meses y no se visibilizó antes, porque intentaron encubrirlo. Para colmo, me enteré por mi nieto que el cura avisó el viernes pasado que se iba a ausentar unos días. Ya sabía que esto iba a salir a la luz”, aseguró la mujer a este diario.

Además, contó que las autoridades del establecimiento no les dieron ningún tipo de información y sólo se limitaron a dar un comunicado en donde negaron el presunto abuso (ver a parte).

Por ese motivo, decidieron reunirse en una asamblea autoconvocada y protestar. “Es la única manera de que nos escuchen”.

Por otro lado, un padre que asistió a la manifestación reveló que su hijo de 10 años fue testigo de como el cura habría “acariciado” y hasta “le pedía besos” a los nenes que tenía a cargo.

Por el momento, se dijo, el párroco fue apartado de la institución.