Julio César Alonso

El fallecimiento de Julio César Alonso, reconocido empresario y presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, provocó una gran consternación en distintos ámbitos de la región en los que fue apreciado por sus valores y extensa trayectoria.

“Chachi”, como lo llamaban sus conocidos, había nacido en La Plata, el 30 de septiembre de 1956. Fue el único hijo de Mario y Carmen, quien lo sobrevive.

Desde muy joven puso de relieve su interés por la economía y las posibilidades del mercado empresario. Alrededor de los 21 años comenzó a trabajar en un taxi que adquirieron sus padres y al poco tiempo se lanzó a comprar una estación de servicio en la ciudad de Magdalena. Consciente de que todo iría mejor si lograba un gran apego al lugar, desarrolló un trato cordial con los que iban a ese comercio y entabló muchas amistades.

Sus allegados destacaron su perfil emprendedor y su audacia para los negocios, virtudes que desarrolló con una gran capacidad de trabajo. Eso lo llevó a abrir una fábrica de camisas y estaciones de servicio como las de Camino Centenario y 514 y la de diagonal 74 y 116.

A Julio Alonso nunca lo asustaron los desafíos e incursionó en áreas vinculadas al transporte, llegó a tener una flota de camiones para la distribución de gaseosas.

Amante de los deportes, practicó aikido de manera profesional durante muchos años y hasta que una lesión lo alejó de la actividad.

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Gimnasia fue otra de sus grandes pasiones. Expresó su sentimiento por el club, ya sea en la cancha como simpatizante o a través de diferentes acciones.

Estuvo entre los impulsores de la pensión para albergar a jugadores del interior y colaboró en incontables oportunidades con la compra de botines y elementos de primera necesidad para los jugadores de las inferiores. Pocos se enteraron de esos gestos porque él prefirió hacerlo de manera reservada y por amor al club de color albiazul.

En el tiempo libre le gustaba compartir caminatas, juegos de mesa y viajes con Nancy Disipio, su pareja en los últimos 24 años.

También fue un amoroso padre de Guillermina y Patricio y un abuelo presente para Alma, Indira, Benicio, Faruk y Valentín.

Además acompañó con sentimiento paternal el crecimiento de los hijos de Nancy: Verónica, Mariano, Lautaro y Juan Bautista y fue un abuelo de corazón para Ian, Álvaro, Vicente, Ciro, Blas, Galo y Constantino.