En modo hormiga, se llevó un botín “incalculable” del súper en el que trabajaba

Dos personas fueron detenidas en las últimas horas acusadas de ser los autores de una seguidilla de robos en un comercio platense que fueron llevados a cabo con la modalidad “hormiga”, como se denomina en la jerga urbana al delito que es cometido de forma periódica, sistemática y en pequeñas cantidades, hasta conformar un gran botín.

Según pudo saber este diario, los damnificados resultaron ser los propietarios de un supermercado ubicado en 44 y 156, que sufrieron severas pérdidas económicas por el accionar delictivo de una empleada que llegó a ostentar el título de “persona de confianza” pero que, junto a un secuaz, terminó traicionando ese concepto que tenían sobre ella.

La situación de quebranto fue descubierta en los estados contables. Luego de varias semanas de cierres con saldo negativo, los dueños decidieron comenzar a realizar un control más riguroso.

Después de afinar el lápiz en lo que respecta a los precios y poner la lupa en los inventarios, los resultados negativos continuaron registrándose y recién en ese momento comprendieron que su negocio estaba sufriendo fugas.

Fue así que decidieron hacer un arqueo de caja y acudieron a las cámaras de seguridad para intentar establecer qué factor le estaba dando origen a la dramática situación.

Grande fue la sorpresa que se llevaron cuando descubrieron una serie de maniobras extrañas que eran llevadas adelante por su empleada.

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El cuadro de sospechas terminó de configurarse con un indicio clave: la reiterada presencia de un hombre. De inmediato surgió la hipótesis de que la mujer estaba robando con la ayuda de un cómplice.

Los momentos en los que aparecía este hombre fueron comparados con los movimientos de caja. Fue así que se pudo establecer una estrecha relación entre ambas variables.

Tras realizar la denuncia con las pruebas correspondientes, efectivos de la comisaría Tercera pudieron establecer que ambos operaban como un clan delictivo.

La modalidad delictiva consistía en realizar una abultada compra, que luego era anulada por la cajera, y de esta forma, el cómplice tenía vía libre para sacar la mercadería del local.

“Por lo que suponemos el robo era sistemático y es incalculable el valor de la mercadería robada”, indicó, por su parte, otro de los voceros consultados.

Con esta información, se ordenó la captura. Los sospechosos cayeron a las pocas horas en las inmediaciones de un domicilio en el que se sospechaba que podían estar.

Uno de los acusados fue sorprendido cuando caminaba por 153 y 68 mientras que el segundo fue detenido en 63 y 151. En el allanamiento que se hizo en el domicilio, se lograron algunos de los elementos que habían sido sustraídos.