Inflación y discusión salarial, en la mira de los empresarios y el Gobierno

El año empezó con la expectativa de una suba anual del 40%, pero el propio Presidente afirmó que ya se agregaron 10 puntos por las consecuencias de la guerra. Las consultoras hablan de 60% o más para este 2022

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Los empresarios están a la expectativa por lo que pueda ocurrir con la inflación, y de la mano de eso llega también la discusión salarial, tras el encuentro que mantuvieron con el presidente Alberto Fernández y representantes sindicales días atrás.

Ya cerrado el capítulo de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ahora el objetivo central pasó a ser la inflación, un dolor de cabeza para asalariados, hombres y mujeres d negocios y el propio Ejecutivo.

Tanto el Gobierno como los industriales advierten que se comienzan a dar algunas negociaciones “altas”, y entienden que se debe dar una discusión respecto de las expectativas de ambas partes.

Incluso, algunos gremios solo cierran acuerdos por períodos cortos, para luego renegociar, en algunos casos de apenas tres meses.

Hoy las consultoras, hasta las encuestadas por el propio Banco Central, dan un piso anual del 50% de inflación, aunque algunos ya aventuran que, en el escenario actual, la proyección supera el 60% para este 2022.

Para el Gobierno, intentar generar una suerte de consenso respecto de las paritarias y las perspectivas inflacionarias resulta fundamental. Sin que esto implique un intento por regular las paritarias, sabe que los acuerdos salariales en su gran mayoría son luego trasladados a precios, lo que termina influyendo en la inflación.

Muchas veces se intentó anclar expectativas desde el Gobierno con las paritarias de los estatales. Los especialistas coinciden en que hoy no alcanza con eso para fijar una pauta inflacionaria anual por la dinámica acelerada que tiene la suba de precios, y que ubican para el pasado mes de marzo entre 5,5% y 6%, la cifra más alta en muchos meses.

Por esto, también desde el Gobierno intentan encontrar un compromiso por parte de los industriales para que los traslados a precios del costo extra por salarios tenga sus limitaciones -sobre todo en aquellos rubros más sensibles, como Alimentación- para que luego no estalle el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

La recuperación económica alcanzada en 2021 y los datos de la actividad en lo que va del corriente año generan las condiciones en todos los sectores productivos para que los salarios suban en línea con la inflación e incluso por encima, de acuerdo a la perspectiva que defienden fuentes del Gobierno nacional al entender que “no hay margen para atrasar la capacidad de compra de los trabajadores”.

“Con todas las dificultades que se puedan identificar en los últimos dos años, la actividad económica se mantiene en firme recuperación” planteó esta tarde una fuente oficial, tras lo cual reafirmó que para el Gobierno “los salarios deben seguir al menos la línea de la inflación y si es posible estar por encima” en este 2022.

Precisamente, el tema inflacionario es la principal preocupación que tiene el Gobierno en este momento confió el vocero, al señalar que el incremento de la producción y del empleo se viene consolidando pero el comportamiento de precios afecta la distribución en perjuicio de los sectores de menores recursos, según El Cronista.

En el actual contexto de presión inflacionaria global, el Gobierno busca estabilizar el movimiento de precios en torno al 50% este año, admitió la misma fuente que participa del denominado gabinete económico, a partir de “un escenarios de acuerdos” con los distintos eslabones de las cadenas productivas y de comercialización.

A principios de año los cálculos eran más bajos: aumentos alrededor de un 40%. Ahora, argumentó el presidente Alberto Fernández “se sumaron 10 puntos” por la guerra.

En el Gobierno existe una preocupación especial en lo que respecta al comportamiento de los alimentos, en particular de los productos frescos. Este sector “no tiene un problema de falta de competencia porque tanto en la producción como en la comercialización está muy atomizado, pero si se advierte que la pandemia dejó cambio de hábitos con un mayor consumo con una oferta que no creció”, dijo la fuente.

El punto aquí pasa por cuál será el índice inflacionario que se tomará como eje; si el 33% que marca el Presupuesto 2022 -técnicamente sin vigencia ya que no fue aprobado por el Congreso-, o el 55%-60% de los privados.

Como referencia, a mediados de marzo el Gobierno nacional anunció un aumento del 45% del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que se instrumentará en cuatro tramos y llegará a fin de año a los $47.850.

Este aumento incluye la posibilidad de solicitar una revisión total a partir de agosto, según acordaron sindicalistas y empresarios.

 

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