Marta Susana Cogorno

A los 70 años falleció Marta Susana Cogorno, una conocida abogada de la Ciudad que fue muy apreciada en diferentes círculos locales, entre otros, el Club Universitario, espacio al que se vinculó a lo largo de casi toda su vida.

Había nacido el 27 de enero de 1952 en capital federal. Sus padres fueron Josefa María Ardizzi y Vicente Esteban Cogorno; creció junto a sus hermanos Nora Graciela, Noemí Estela, Esteban Alberto y Horacio Ernesto.

Cuando era aún pequeña, su familia se mudó a esta Ciudad por lo que completó sus estudios primarios y secundarios en establecimientos locales. Luego se graduó de la Universidad Nacional de La Plata con el título de abogada.

Abrazó con pasión su carrera y la ejerció siempre de manera independiente y hasta sus últimos días. Desde hace años se desempeñaba en el Estudio Jurídico Benedetti.

Sus allegados destacaron su forma de ser abierta y sociable, características por las que se hizo de un buen números de amigas y amigos con los que mantuvo el hábito de reunirse.

Fue socia vitalicia del Club Universitario, un ámbito en el que siempre se sintió muy a gusto y pasó buena parte de su tiempo libre. En esa institución acompañó a cada uno de sus hijos en la práctica deportiva y estrechó lazos con numerosas familias a las que incorporó a su círculo de amistades.

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El 11 noviembre de 1977 se casó con Angel “Chango” Sambucetti, a quien conoció en un malón a través de amigos en común. De la unión nacieron sus hijos Anabella, Nicolás, María Emilia y María Virginia. Luego tuvo la felicidad de convertirse en abuela de Nahuel y Franco.

Entre sus pasatiempos preferidos estuvieron los viajes, en los últimos años fue con frecuencia España, país en el que viven dos de sus hijos, y la jardinería, afición que le permitió en su casa lograr un entorno verde muy armónico.

También, se destacó por ser una gran cocinera y una buena anfitriona, de manera muy cálida incorporó en su cotidianeidad a los amigos de sus hijos.

Además, cada martes disfrutaba de los encuentros con amigas para jugar a las cartas.

Entre las virtudes que la caracterizaron estuvieron la honestidad, la sinceridad, la fidelidad y una gran fortaleza para defender sus convicciones.

Quienes la conocieron la definieron como una mujer bondadosa y atenta a las necesidades de su entorno.