Las clases complicadas: también en los días de partidos

En una semana en la que los problemas vecinales provocados por los espectáculos públicos y masivos estuvieron en el centro del debate, quienes viven cerca de la cancha de Estudiantes renovaron sus quejas por los corte de calles, la acumulación de basura y los ruidos que se padecen cuando el equipo juega de local, como ocurrió ayer. A eso se sumó otro renglón conocido en estos días, como es la afectación a los establecimientos educativos del área, que habrían tenido una jornada de clases alteradas para no quedar expuestos a los riesgos de la calle. Es esa, según diversas fuentes de la zona, una práctica recurrente en los días en que coinciden con el fútbol.

Si bien los docentes del Colegio del Nuestra Señora del Valle confirmaron que en los tres niveles de enseñanza los días de partido se dan clases con normalidad, se reconoció que muchos padres retiran antes a sus hijos para evitar contratiempos.

Por el contrario, en la Escuela de Educación Secundaria Técnica N° 6 “Albert Thomas” se tomó la decisión de que los días de partido los alumnos se retiren antes. Ayer, a las 16, ya no quedaba nadie en el edificio de 1 entre 57 y 58, dijeron en la puerta. El partido empezaba a las 18.50.

Según se supo, desde la dirección se hicieron gestiones ante las autoridades locales para que se garantizara la entrada y salida de los estudiantes del turno tarde, pero la respuesta no fue satisfactoria.

“No es bueno que chicos de 12 o 13 años pasen por cuadras en las que se ven grupos alcoholizados o drogados; es mejor que se los deje salir antes”, comentó la mamá de una alumna del “Albert Thomas”.

El miércoles, por otro espectáculo público en la Ciudad, un recital del grupo La Renga en el Estadio Único (ver aparte), se anunció la suspensión de clases en cinco escuelas del área. La medida, cuestionada por padres y docentes de esas comunidades, generó un cruce de “acusaciones” entre autoridades del Municipio y la cartera educativa, en torno a la autoría. En cuestión de horas, fue desactivada por la Dirección General de Cultura y Educación. A la vez, se anunció la postergación del show para el sábado 7 de mayo.

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Malestar vecinal

En tanto, los vecinos del radio comprendido por las calles 1 y 4, entre 54 y 58, siguen movilizados en la búsqueda de una respuesta a lo que califican como un “atropello”.

“Si hay una ley que impide la venta de bebidas alcohólicas a menos de dos cuadras de la cancha, no se entiende que haya despachos de cerveza y quioscos vendiendo como si nada”, aseguró un vecino. No obstante, contó que ayer se le impidió abrir a un despacho de cerveza que está en la zona de 56 y 3.

En la zona se remarcó que debería modificarse la ordenanza para que ningún comercio próximo a los estadios de fútbol puedan vender bebidas alcohólicas los días de partido.

Otro punto de controversia fueron los puestos de choripán que, además de producir una gran humareda frente a las viviendas, dejan una gran suciedad. Se consignó que las precarias parrillas se montan unas cuatro horas antes de cada partido y se quedan una hora después de que terminan.

Si bien, tras las quejas de decenas de vecinos se logró que ya no se establezcan sobre la calle 3, se observó que los puestos de choripán ahora se mudaron a las calles 1 y 2. Cuando terminan los partidos es frecuente encontrar restos de carbón obstruyendo las bocas de tormenta o desparramados por las calles y veredas.

Tampoco es menor el hecho de que, al estar cerradas varias calles cercanas al estadio, hay autos que circulan por las veredas o directamente estacionan ahí.

Por caso, este diario observó que algunos autos que ayer circulaban por calle 56 al toparse con el vallado en la esquina de 3 hacían todo tipo de maniobras ilícitas para seguir por otra calle.

“Es muy desagradable ver como orinan en cualquier parte, el olor del alcohol o encontrarse con gente que consume sustancias ilegales. ¿Nos preguntamos que hace Control Urbano?”, agregó un vecino.

Otro comentario recurrente en la zona es el malestar que produce la “la previa” de los simpatizantes en esquinas como la de diagonal 78 y 3. Hacen tiempo hasta que abren las puertas del estadio.

“Toman cerveza, fuman marihuana, cortan las calles y nadie les dice nada”, comentó una mujer. Se observó, además, autos obstaculizando cocheras y rampas. En el vecindario también se quejan por el uso de pirotecnia: “causa malestar y daño a las personas y las mascotas”, afirmó otro vecino.