VIDEO.- "Siempre fue un buen chico": conmoción en el barrio del menor que apuñaló a su padrastro

En el barrio no caben de la sorpresa. Como se ha informado, el brutal asesinato de José Luis Ramírez, ciudadano boliviano de 36 años a manos de su hijastro de 16 años, ha sacudido  la tranquilidad de la zona residencial de City Bell de 13 C entre 461 E y 461 F.

Nelly una vecina, dijo a ELDIA.COM que "conocíamos al hombre y al nene, muy buena gente. Nunca oímos una discusión y eran vecinos normales de decir buen día, buenas tarde o si necesitás algo".

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"Este es un barrio de gente muy buena. Nos llevamos una sorpresa muy grande. Había comentarios de los problemas psiquiátricos del chico pero a mi no me costa. Para mi es muy buen pibe, lo conozco desde bebé. Es todo muy triste".

Para muchos, este episodio trágico fue el desenlace de una historia compleja, que no estaba a la vista de todos, sino intramuros, oculta detrás de “cuatro paredes”.

Ramírez, trabajaba como empleado de comercio y su cuerpo fue encontrado recostado sobre un doble colchón sin sábanas, en una de las habitaciones de la propiedad, con heridas compatibles de arma blanca, unos 15 puntazos. El adolescente, de quien no se brindan datos por cuestiones legales, habló de una reacción cansado de sufrir constantes maltratos. Se dijo que tendría problemas psiquiátricos y que se habría negado a continuar un tratamiento.

La causa, por la edad del acusado, recayó en la UFI en turno del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, quien está a cargo de todas las medidas y diligencias de carácter probatorio para determinar, primero si el chico padece realmente alguna patología mental, y segundo, si al momento del hecho estaba en uso de sus facultades y pudo comprender la criminalidad de los actos desplegados.

La cuestión tiene una importancia sustancial en el proceso, porque el menor es imputable para la ley, al tener 16 años. Es decir, está en condiciones de afrontar un juicio, salvo que haya una causal de inculpabilidad, como lo sería un trastorno de la personalidad.

Del contacto que mantuvieron con los allegados a la familia, voceros ligados a la pesquisa hicieron mención a supuestos episodios psicóticos de parte del acusado, quien estuvo bajo control de especialistas, aunque no era su deseo continuar con esa asistencia.