¿Cómo mataron al platense Aramburu? El crudo testimonio de un testigo
| 6 de Abril de 2022 | 13:57

“Mi primer instinto es ir a ver. Eran aproximadamente las 5:55 a.m., lo que fue corroborado por imágenes de las cámaras de seguridad. El clímax de la pelea es difícil de describir pero escucho a un hombre, a quien identifico hoy como Le Priol, gritando. Pero gritando de verdad, insultando y siempre en dirección a una misma persona, que en ese momento no sabía quién era. A pesar de la hora, había mucha gente asomada en las ventanas, lo que da testimonio de la violencia de la escena”. La declaración pertenece a un hombre llamado "Claude", quien en las últimas horas dio su testimonio al diario L’Equipe sobre lo que vio la madrugada del 19 de marzo, cuando fue asesinado en París el ex jugador de rugby Federico Martín Aramburu, nacido en La Plata y criado en San Isidro.
“Esta escena duró solo unos segundos. Aramburu cae al suelo por muy poco tiempo. La intervención de los chicos del bar de abajo es inmediata”, describió al señalar la muy buena labor de los hombres de seguridad de Le Mabillon, quienes lograron terminar con la trifulca y dispersar a los violentos. En este punto, el testigo hizo una aclaración clave al describir dos actitudes completamente distintas entre los dos franceses y el ex deportista argentino: “Vi a Aramburu en el suelo y recuerdo haber pensado que se lo tomaba jodidamente bien. El se puso de pie. Simplemente lo jodieron y ni siquiera está tratando de devolver el golpe”, agregó, con precisión y detalles.
La escena que relata es en la que Aramburu y su socio Shaun Hegarty, quienes jugaron juntos en el Biarritz de Francia, tuvieron una pelea con Loïk Le Priol, de 27 años, ex militar y miembro de un movimiento de ultraderecha, y Romain Bouvier, de 31 años, a la salida de un bar.
El testigo recuerda que Le Priol estaba enfurecido: “Intenta volver allí, sigue gritando insultos pero se lo impide alguien a quien no he identificado. Estoy seguro de que si hubiera podido regresar, lo habría hecho. Creo que sihubiera podido matarlo con sus puños, lo habría matado. Estaba gritando ‘¡Tu madre puta!’. Lo que me pareció una locura fue el contraste entre las actitudes”. "Aramburu fue atacado pero nunca devolvió los golpes, no estaba firme. El y Shaun debieron decirse a sí mismos: ‘Nos encontramos con dos imbéciles, tienen veinte años, están borrachos, les debe haber pasado 20 veces en la vida, ‘Vamos, vamos, vamos. ¡de vuelta al hotel!’“, y remarcó: “Aramburu no quería pelear. Claro que no...”.
A esa altura de la madrugada ya habían sido separados, pero Le Priol continuaba con una actitud de mucha agresividad que le llamó la atención: "Recuerdo haber visto a un tipo (Le Priol) tratando de sacar algo de su bolsillo varias veces. Quería gritar, no lo hice. Peleas, he visto algunas, pero esta era rara, era la primera vez que tenía la sensación de que podía ir más allá”.
Poco después todo pareció volver a la normalidad, por eso decidió regresar a la cama. “Miro mi teléfono. Cierro los ojos, no tengo tiempo ni para hacer esto (imita el gesto de envolverse en su sábana) que suenan seis tiros. Escucho seis, muy cerca. Analizo en tres segundos en mi cabeza: son disparos, son fuegos artificiales, ¡no, probablemente sea lo que tenía en el bolsillo!”. Nuevamente se levantó y esta vez salió y se dirigió hacia donde la gente comenzaba a concentrarse. Cuando llega ya había médicos atendiendo a Aramburu: “Es como una escena de película, pero no es una película. Estoy estupefacto, no siento mucho, no lloro”, relata.
Se quedaría en el lugar hasta cerca del mediodía, tiempo en el que tuvo la oportunidad de cruzarse con Hegarty, el socio del ex rugbier argentino: “Se quedó en silencio. Tenía un litro de agua, su batería al 1%, y su teléfono sonaba cada tres segundos. El nombre ‘María’ a menudo se destacaba. Rápidamente entiendo que ella es la esposa de Aramburu. Fumamos un cigarrillo juntos, no intercambiamos una palabra”.
Le Priol fue extraditado la semana pasada desde Hungría, adonde había huido tras el crimen. Fue arrestado el 23 de marzo en el puesto fronterizo de Zahony, cerca de Ucrania, adonde aseguró que pretendía ir a combatir.
Bouvier, de 31 años, fue imputado por "asesinato" y otros dos delitos vinculados a la tenencia de armas. Sospechoso también de haber disparado contra Aramburu, fue encarcelado en la prisión de la Santé en París, mientras que la mujer de 24 años, presentada como pareja de Le Priol, fue también imputada y puesta en prisión provisional por "complicidad de asesinato" como sospechosa de conducir el vehículo desde el que ambos hombres habrían disparado.
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