Reunión con tono de reproches entre el garrismo y la UCR

Luego de más de tres años, finalmente, la mesa de Juntos La Plata volvió a reunirse en un cónclave que buscó subrayar la unidad dentro del espacio oficialista local. Fue una convocatoria que realizó el intendente, Julio Garro, a pedido del radicalismo, con quien viene manteniendo ciertas tensiones desde 2019, que no se soslayaron durante el cónclave.

En este contexto Garro expuso: “no es tiempo de internas, sino de trabajar por consolidar los cambios y las transformaciones que los vecinos en los barrios esperan”, y remarcó  “seguir trabajando en esta misma mesa para llegar al 2023 en unidad y con la fortaleza que nos permita revalidar todo el trabajo que hicimos estos años de cara a la ciudadanía”. 

Además del jefe comunal y otros referentes del PRO, participaron dirigentes de la Coalición Cívica, del socialismo y el GEN de La Plata y, en el caso de sus socios de la UCR, el titular de la Junta Central y presidente del bloque de concejales de Juntos, Diego Rovella, el diputado provincial Claudio Frangul, el secretario general de la Municipalidad, Raúl Cadáa y el secretario de Desarrollo Ambiental, Pablo Nicoletti.

Fue en ese contexto es que el se proclamó un trabajo en “unidad” en el espacio oficialista, a pesar de las rispideces que a nivel provincial y nacional protagonicen los integrantes de la alianza Juntos. Y fue insoslayable entonces el reproche de los radicales a la actitud que los miembros de la lista del Intendente mantuvieron con sus competidores del partido centenario durante la PASO de 2021.

Asimismo el Jefe Comunal llamó a todos los referentes del espacio a "trabajar para seguir ampliando la base política y territorial" y llamó a buscar a los sectores del peronismo disconformes con el gobierno y también a los independientes que "están muy preocupados con lo que está haciendo el gobierno y quieren involucrarse".

Tanto Frangul como Cadáa hicieron referencia a aquellas situaciones de choque en las que hasta el expresidente del Concejo Deliberante Fernando Ponce, entonces conductor de la campaña de Garro, se cruzó a los gritos con precandidatos radicales en plena calle 8, momentos antes de una visita del diputado nacional Facundo Manes.

Durante esas primarias locales, las listas de Manes y Diego Santilli compitieron a nivel local con las nóminas que encabezaron para concejales Rovella, por la UCR, y Mor Roig, por el garrismo; y Frangul, la de diputados compitiendo con la encabezada por Fabián Perechodnik. Durante la campaña camino a las PASO, las dos líneas internas tuvieron numerosos cruces, y hasta la UCR platense realizó al menos dos denuncias en la justicia federal por el robo de carteles proselitistas.

Y tuvo, además, su momento más álgido cerca del cierre, cuando, tras un acto que Manes encabezó en Plaza Moreno, el secretario de Coordinación del Municipio, Oscar Negrelli, sugiriera que la falta de respuesta a la convocatoria, posteando en su cuenta de Twitter una imagen aérea de un momento del acto, que se había realizado un día de lluvia.

Ayer, en la reunión en la que se pidió reforzar la unidad de alianza oficialista municipal estos episodios fueron traídos a la memoria por los radicales. Con Negrelli presente en el encuentro pidieron que, si se va a hacer un real esfuerzo para mantener la cohesión del frente, “algunas actitudes no se pueden repetir en el futuro”.

Y llamaron a “administrar las diferencias a nivel local especialmente”, aún con independencia del destino de los acuerdos en otros niveles competencia electoral.