Embarazos de bebés varones, más propensos a complicarse
Edición Impresa | 4 de Mayo de 2022 | 03:34

Científicos británicos investigan si los embarazos de bebés varones son más propensos a sufrir complicaciones que podrían estar relacionadas al crecimiento más rápido en el vientre materno, y a la demanda de más nutrientes y oxígeno que los suministrados por la madre a través de la placenta, según un estudio de la Universidad de Cambridge del Reino Unido, reportado ayer.
Los científicos descubrieron que el sexo del feto puede afectar al funcionamiento de la placenta, junto con factores como la obesidad materna inducida por la dieta y el estrés, tras estudiar los embarazos en ratones de laboratorio, publicó la revista “Biology of Reproduction”.
Esta investigación sugiere que diseñar planes de tratamiento individualizados y animar a las mujeres embarazadas a cambiar su estilo de vida en función del sexo de sus bebés por nacer podría tener beneficios para la salud de sus hijos a lo largo de toda su vida.
Alrededor de una de cada diez mujeres sufre trastornos en el embarazo, como la restricción del crecimiento fetal y la preeclampsia -una enfermedad de hipertensión arterial que pone en peligro la vida de la madre y el niño-, que pueden ser difíciles de predecir y tratar.
Conocer el sexo
“A menudo los padres no quieren saber el sexo del bebé porque quieren que sea una sorpresa, pero conocer el sexo ayudaría a identificar si un embarazo puede tener más riesgo que otro, porque sabemos que algunas condiciones del embarazo, como la restricción del crecimiento fetal, pueden ser más frecuentes en las mujeres que llevan bebés varones que bebas”, advirtió la doctora Amanda Sferruzzi-Perri, miembro del St John’s College, a cargo la investigación con su equipo del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge.
Añadió que “no sabemos al cien por cien a qué se debe, pero podría estar relacionado con el hecho de que los bebés varones crecen más rápido dentro del útero. Así que puede ser que sus demandas de nutrientes y oxígeno suministrados por la madre a través de la placenta se limiten fácilmente”.
Por otra parte, en la revista “Acta Physiologica” aparece un segundo estudio realizado en colaboración con otros investigadores de instituciones de todo el mundo, que demuestra cómo la obesidad materna inducida por la dieta modifica las estructuras de la placenta y afecta al crecimiento del bebé, incluso provocando alteraciones en función del sexo de los fetos.
El crecimiento del feto depende de la función de la placenta, que requiere energía de las mitocondrias. Los investigadores descubrieron que, en un embarazo normal de ratón, la placenta responde de forma diferente según se trate de un feto femenino o masculino, y funciona mejor con los fetos femeninos más ligeros que con los masculinos más pesados.
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