Calculan que unas 200 personas viven en la calle en el centro de la Ciudad

Unas 200 personas están en situación de calle en el casco urbano de la Ciudad. Al llegar la noche suelen elegir las inmediaciones de las guardias de hospitales públicos o de escuelas; también se quedan en plazas, parques y el Bosque. Otros ocupan los cajeros automáticos. El panorama surge de cálculos que se realizan en una entidad dedicada a brindar ayuda en forma solidaria.

¿Quiénes son? Según distintas fuentes consultadas, entre la gente en situación de calle se encuentran cuidacoches, adultos mayores que han quedado solos, quienes tenían trabajos informales y no pudieron volver a conseguir changas y en los últimos años se sumaron algunos pacientes psiquiátricos.

Las bajas temperaturas exponen una cruda realidad en cada noche en la Ciudad: duermen en colchones desvencijados que apenas se interponen con el frío de la vereda. Algunos consiguen sábanas y frazadas que consiguen durante el deambular diurno.

En las guardias de los hospitales públicos se ve una creciente cantidad de gente en situación de calle. Pero llama la atención la creciente cifra de personas que van al Hospital San Martín.

El Paseo del Bosque; las plazas San Martín, Rocha y Olazábal; las veredas de una escuela cercana al Parque San Martín, y el propio Parque San Martín son algunos de los lugares que eligen para pasar la noche. Otros optan por las cabinas de los cajeros automáticos, como el caso del banco de 48 entre 6 y 7, donde duermen juntos a las máquinas y de día y a la tarde “asesoran” sobre qué máquina funciona y cual está fuera de servicio.

También se sabe que el 80 por ciento de los “trapitos” viven en la calle, y hay muchos casos de personas que no son de la Ciudad.

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¿Reciben ayuda? Sumando Voluntades es una fundación que lleva doce años en la Ciudad asistiendo a personas en situación de vulnerabilidad. Sin ayuda gubernamental (municipal, provincial y nacional) la fundación afronta la entrega diaria de unas 120 viandas para cubrir el desayuno, el almuerzo y la cena. Pero se calcula allí que la cifra de personas en situación de calle es mucho mayor hasta llegar a los 200.

“A diferencia de otras ciudades, en La Plata no hay familias enteras en situación de calle”

“Pensábamos que iba a crecer exponencialmente la cantidad de gente en situación de calle con la pandemia, pero se mantuvo el número. Lo que no deja de ser alarmante. A diferencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, en La Plata no hay familias enteras en esta situación. Creo que por la cifra que hay en La Plata se podría gestionar un plan para contenerlos con propuestas y recursos oficiales”, dijo Nancy Maldonado, presidenta de Sumando Voluntades, quien agregó que “seguimos haciendo todo a pulmón: la entrega de comida en la calle -de 526 a 72 y de 131 a 115- y la ayuda a las 26 personas que están en la sede de la Fundación. Quienes pueden colaborar tienen distintas vías: la sede de 8 Nº 256 entre 37 y 38 y al teléfono 221 5389296”.

La Municipalidad, por su parte, informó que comenzó con el “operativo frío” en todo el Partido. Y puso una línea de telefónica (el WhatsApp 2216099407) para solicitar asistencia o notificar acerca de alguna persona que la requiera. Además de contar con paradores, un equipo de profesionales brinda atención psicológica o de salud en caso de ser necesario. Las actuaciones serán en articulación con la Cruz Roja, CEPA (Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios) y comunidades religiosas.

Quienes recorren las calles se encuentran con múltiples realidades. Los adultos mayores se resisten un poco a la asistencia pero después retroceden sobre sus pasos. Hay otra postal más cruda: en la franja de 20 a 40 años hay adicciones y vínculo estrecho con la violenta.

Quienes están en situación de calle se exponen constantemente a golpes, amenazas y robos de los elementos indispensables que suelen conseguir.

Desde la Ong La Plata Solidaria, Pablo Pérez, su titular, advierte que “creció la cantidad de gente que tiene una vivienda muy precaria, en barrios de la periferia, cartonea gran parte de la jornada y hace recorridas por las calles del casco urbano desde temprano hasta las 3 de la madrugada. Prefieren estar más tiempo en la calle porque consiguen algo para comer o tomar, ropa. Están al borde y prácticamente no quieren volver a la casa donde tienen muchas carencias”.