El último “banquete” en el Estadio generó más quejas en el vecindario

La programación de recitales de La Renga en La Plata cumplió anoche con la tercera y postergada presentación fijada inicialmente para el miércoles 27 de abril en un escenario en el que, junto al interés y la euforia entre decenas de miles de seguidores, volvieron a aparecer las quejas de vecinos de las inmediaciones del Estadio Único.

La reacción vecinal repitió quejas y padecimientos en las dos presentaciones anteriores, marcadas por incidentes con la policía por la imposibilidad de llegar a los hogares que quedaron dentro del vallado de seguridad y el deterioro del espacio público, que incluye el estacionamiento indebido, los fogones para cocinar choripanes en la calle y el uso de veredas y entradas a viviendas como baño.

La trilogía de shows del grupo encabezado por Gustavo “Chizzo” Nápoli llegó a su punto máximo de enojo vecinal luego de que se anunciara la suspensión de las clases en los establecimientos educativos de la zona, aunque la medida finalmente quedó sin efecto. Eso ocurrió entre el martes 26 y el miércoles 27, pero a horas del recital, se anunció que Nápoli estaba afectado por fiebre y la fecha pasó a este fin de semana. Se eligió este sábado, como en las presentaciones anteriores del 23 y 30 de abril.

Mientras tanto, desde las primeras horas de este sábado comenzó el operativo se seguridad y nuevamente los barrios cercanos al Estadio se encontraron vallados, con calles cortadas y con una marcada presencia policial.

A la par, comenzaron a llegar las primeras combis y micros con fanáticos y se instalaron puestos de choripán, gaseosa e indumentaria alusiva a la banda, Esta vez, se realizaba un operativo con algunas modificaciones. Según se informó desde el Municipio, a partir de las 9 comenzó a aplicarse un anillo de seguridad en las inmediaciones del Estadio y en zonas de influencia, perímetro en el cual quedó restringida la circulación vehicular, con excepción de los vecinos de la zona. En este último caso, se anunció que podrían moverse con el DNI en la mano, mostrando su domicilio legal. La situación generó quejas de frentistas que se movían por su barrio sin ese documento y “rebotaban” en los vallados.

También alteró el sonido de los parlantes dentro del Estadio. “No se aguante el nivel del ruido que viene del Estadio. Está todo cerrado y no escucho la televisión dentro de mi casa”, dijo Marta González, vecina de la zona de 32 y 25. La mujer añadió que “no podemos entrar y salir, ir al almacén o recibir un delivery y en la esquina tenemos un puesto de choripán. Encima, no se aguanta el volumen. Una entiende que hay un recital y hay sonido, pero en este nivel es imposible”, dijo.

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Según el esquema de cortes, quedó cerrado el paso vehicular hacia la zona del Estadio en avenida 25 y 520. También fue restringida la circulación en las avenidas 32 y 532, de calle 14 a 26.

A su vez, se cerró el paso vehicular sobre 19 hasta 526.

También hubo cortes en las calles transversales. A la altura de 14 estaban cortadas las intersecciones en 33, 35 y 37; y en la calle 26 se hizo lo mismo en los cruces con 34 y 36; mientras que en 37 estaban cortadas las intersecciones con las calles 23, 21, 19, 18, 17 y 15.

A la vez, quienes circulaban en sentido descendente, debían desviarse en 26 hacia avenida 38. En tanto, quienes circulaban por 520 hacia la zona del Estadio, tenían que tomar por 19 hasta 526, donde se interrumpirá la circulación vial. Según el Municipio, estaba prohibida la venta ambulante y la tarea de “trapillos”, así como el fuego en las ramblas. Todo eso, se veía desde las casas, según las quejas que recibió este diario.