Boqueteros en acción: dos escruches con chascarrillo en La Plata

La fórmula para robar en dos negocios platenses fue la misma: mediante la inusual modalidad de “boquete”. La técnica que utilizaron los delincuentes en esta oportunidad fue “reventando” la cabina de gas del frente de los locales, y sacando el medidor para meterse a los comercios a través del agujero en la pared.

Uno de los golpes fue perpetrado en un negocio dedicado a la venta de uniformes escolares que está situado en 11 entre 68 y 69.

El restante, en una vinoteca y restaurante de pollos ubicado en 122 entre 76 y 77.

En ambos hechos, los delincuentes actuaron de madrugada y escaparon antes de que ambas cuadras se poblaran de patrulleros y efectivos policiales. Continúan prófugos.

“ROBARON Y SE ME RIERON”

Alberto Peroni (56) es el propietario, desde hace 27 años, del reconocido comercio llamado Casa Peroni, que cuenta con más de una sucursal en La Plata.

Pese a su vasta trayectoria, en la cual ya afrontó otros episodios de inseguridad, el sufrido en las primeras horas de ayer lo desconcertó por la audacia demostrada por los ladrones que se colaron en su comercio a través de un boquete.

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Al respecto, explicó a EL DIA que de acuerdo a lo que pudo observar en la filmación de una de sus cámaras de seguridad “entre las 3 y las 4 de la mañana, llegaron dos pibes en bicicleta y, al parecer, estaban con un cómplice”.

Pero lo concreto es que uno de los jóvenes “sustrajo el medidor del gas, perforando la cabina y por un agujero lograron llegar hasta el interior del local”, detalló Peroni.

Ese método utilizado llevó al comerciante a conjeturar que “nos tenían calados”, porque “no todos saben que por el medidor se puede comunicar con mi negocio, pese a que es del departamento de al lado”.

Admitió luego que también lo sorprendió que “pese a que apenas se ingresa al local quedan filmados por una cámara infrarroja, parece que no intimida demasiado”.

Consultado acerca de lo sustraído por el delincuente, consignó que robó 8 camperas por un total de entre 60.000 y 70.000 pesos, dinero en efectivo en cambio (evitó precisar el monto) y un celular.

Peroni consideró después que “estos pibes son rateros, porque no pudieron abrir la caja fuerte y se movilizaban en bicicletas”.

En cuanto al tiempo en que permaneció el joven escruchante, indicó que “fue alrededor de 40 minutos, desde que llegaron, miraron el panorama y concretaron el robo”.

Aludió de inmediato a que “los ladrones tenían camperas con capuchas y gorritas. No eran demasiado pibes, pero tampoco muy grandes de edad”.

Hizo foco en precisar que “el que se metió para robar es muy delgado”.

“TENÍA 2 MENSAJES EN EL CELULAR”

Al preguntársele cómo se enteró del robo en su comercio, Peroni reveló: “Me levanté de madrugada para ir al baño y al mirar el celular, vi que tenían dos mensajes: uno de un amigo y otro de la Policía, que me avisaban que habían entrado a robar a mi local”.

Eran las 5 de la mañana del viernes, aunque poco le importó al dueño de ese negocio. “Pero parece que, además, alguien advirtió lo que pasaba y avisó al 911”, reflejó.

Peroni contó que reside cerca del local y quiso saber con qué panorama se iba a encontrar: “Y fue lo que suponía, tenía todo revuelto y con cosas desparramadas por el piso”.

“Es increíble, tengo cámaras de video, rejas y en el barrio funciona la alarma vecinal. Pero jamás imaginé que me iban a robar de esta manera”, reconoció.

Peroni recordó que “en los 26 años que llevo al frente de este comercio, sufrí dos ó tres robos a mano armada, aunque ninguno por suerte con violencia”.

SIMILAR ESCRUCHE

El robo cometido en una vinoteca de 122 entre 76 y 77, en la localidad de Villa Elvira, fue casi calcado al de la zona de Parque Saavedra.

Los delincuentes entraron al negocio por un boquete a través de una cabina del gas, lo que permite sospechar de que los responsables del ilícito serían los mismos. “Nos quedamos sin ahorros por este robo”, lamentaron en ese negocio.