Los hinchas no pararon, y en el estadio fueron un espectáculo

ENVIADO ESPECIAL A FORTALEZA

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Para los fanáticos de Estudiantes que acompañaron al equipo en esta excursión a Brasil, para comenzar a definir, contra Fortaleza, la serie correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores, este viaje representó una de esas experiencias que deja el fútbol. De esas que permanecen en el tiempo, que alimentan anécdotas para relatar, con lujo de detalles, en cada encuentro donde el Pincha es tema de conversación.

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En buena parte, como integrantes de delegaciones representativas de filiales que se hacen notar en cada salida del Pincha, hubo hinchas que se hicieron notar en Fortaleza luciendo con orgullo camisetas albirrojas y banderas con el escudo. Desde que pisaron la ciudad de Fortaleza, en el estado de Ceará, la consigna fue estar lo más cerca posible del equipo y pisar la arena de una playa que invitó a quedarse.

El plantel designado por Ricardo Zielinski para este primer cruce se alojó en el hotel Gran Marquisse y en su puerta de acceso fue posible ver, en forma constante, a un grupo de seguidores que hizo lo posible para tener contacto con los jugadores o algún miembro de la delegación para tener “info de primera mano”, referida al equipo titular y de la estadía, hora por hora.

Si no eran conocidos, se conocieron en este ir y venir albirrojo por una ciudad de clima variable, aunque siempre caluroso, y uno de los propósitos fue diagramar el traslado, en conjunto, al estadio Gobernador Aderaldo Plácido Castelao, conocido popularmente como Castelao, Arena Castelao o Gigante da Boa Vista.

El recinto, propiedad del gobierno de Ceará, y utilizado también por Ceará y el Ferroviario Atlético, fue inaugurado el 11 de noviembre de 1973 y posee una capacidad máxima para 65.000 espectadores sentados tras su última remodelación en 2013, para el Mundial de Brasil.

Así fue, esos fanáticos que hicieron el aguante en Fortaleza, fueron a la cancha en grupo, y entraron cantando como si estuvieran en el estadio UNO, o más, porque en este caso estaban en inferioridad numérica, pero lograron su cometido, y hasta el reconocimiento local.

A propósito de esto, impulsada por la Federación Brasileña, la dirigencia de Fortaleza desarrolló una campaña que estuvo orientada al buen trato del visitante y también contra el racismo. Por episodios que han tenido a hinchas argentinos como protagonistas y también porque dentro de una semana, el jueves que viene, seguidores del equipo que dirige Juan Pablo Vojvoda viajarán a La Plata.

Lo primero fue lo primero, significando esto colgar las banderas que viajaron con ellos: “Ensenada”, “Los Leales”, “Agustín”, “Altos de San Lorenzo”, “Garín es Pincha”, fueron las primeras en ocupar su lugar.

Junto a directivos y allegados, se trasladaron detrás del equipo albirrojo hinchas como Marcelo Feysulaj, Alberto Aste, Cacho Giusti, Gabriel Stiglitz con sus hijos, Matías Albina, Ernesto García, Marcelo Martín, Tony Lazzaro, Roberto y Mariano Dottori, padre e hijo, por nombrar a algunos de ellos. Algunos después de un viaje “de película”, como quien contó, ya en “modo anécdota”, que después de salir desde La Plata hizo Aeroparque-Puerto Iguazú, cruzó la frontera en taxi, contrarreloj, y tras dos vuelos de cabotaje, ya en Brasil, unió Foz con San Pablo y San Pablo con Fortaleza. Llegó el miércoles a la noche, y lógicamente fue uno de los primeros en llegar al estadio. Para la mayoría, el trayecto fue más tranqui, porque fueron a bordo de un vuelo chárter.