Bibliotecas, con otro rol social: cursos y música conviven con los libros

Tras dos años de actividades severamente limitadas por la pandemia, las bibliotecas populares resurgen en los barrios con propuestas variadas y para todas las edades. En La Plata hay poco más de 50 reconocidas y otras que funcionan en centros culturales.

Para muestra sirve un botón. Ayer en la biblioteca Mariano Moreno, que funciona en el Círculo Cultural Tolosano, convivían las clases de tejido con las de computación y el taller de coro. “Todo está funcionando a pleno”, cuenta con satisfacción Matías, el bibliotecario del turno tarde.

A la sede de 1, entre 528 bis y 529, llegan diariamente de 8 a 20 personas de distintas edades para satisfacer diferentes inquietudes referidas a los libros. Los adultos mayores solicitan novelas o libros de historia; los adolescentes van en busca de textos para resolver actividades de las materias y los más pequeños concurren acompañados por sus padres a solicitar material de lectura.

“Están todas las actividades habilitadas, los préstamos de libros volvieron a la normalidad y hay talleres como el de fotografía”, agrega el bibliotecario.

La biblioteca está abierta todos los días de 8 a 18 y remarcan que es notorio como creció la concurrencia de público adulto que va en busca de lectura recreativa.

En la entidad cobran una cuota mensual de 150 pesos, se rebajó con relación al año pasado cuando se cobraba 200 pesos.

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un valioso aporte

Alberto Alba, presidente de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Ciudad, destaca que es muy valioso el aporte cultural y social que realizan las bibliotecas populares en la zona, en esa entidad hay unas 22 adheridas.

El dirigente sostuvo que hay unas 35 que cobran el subsidio municipal, con lo que generalmente se paga el sueldo a los bibliotecarios, y poco más de 20 que reciben el subsidio de la Provincia. “Las bibliotecas populares tienen que estar reconocidas por la Provincia, por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, que otorga dos montos anuales, y por la Municipalidad”, expresa el dirigente.

También existen pequeñas bibliotecas en centros culturales, pero al no estar reconocidas no perciben ninguna ayuda oficial. Por eso desde la Federación se trabaja en un programa para ayudarlas a poner sus papeles en regla.

En la biblioteca popular Túpac Amaru, ubicada en Villa Castells, Irma, integrante de la comisión directiva, señala que de a poco la institución va recuperando el ritmo que tenía antes de la pandemia.

La biblioteca esta abierta de lunes a jueves de 14 a 19 y los viernes de 9 a 14. Allí también son muy convocantes los talleres de plástica, música o el de ilustración de cuentos que concluyó hace unos días.

“Los chicos hicieron libros ilustrados y le agregaron textos, la idea es presentarlos el último sábado de vacaciones de invierno”, apunta Irma.

La voluntaria explica que la biblioteca que actualmente funciona en calle 9, entre 506 y 507, frente al Club AMEB, nació en el hogar Pantalón Cortito y tuvo otras dos sedes antes que la actual.

“Se hicieron trabajos muy interesantes con gente de extensión universitaria, por ejemplo un taller de periodismo deportivo, pero ahora como no contamos con muchos talleristas damos cursos de 6 encuentros”, explica Irma y aclara que hay talleres en los que llegan a participar 40 personas.

Los asociados pagan una cuota simbólica, pero si alguien no puede pagarla igual dispone del servicio que ofrece la entidad.

La institución realiza préstamos de libros, cuenta con una variada biblioteca juvenil e infantil y se interesa por articular con las escuelas del barrio y con el hogar Locos Bajitos.

“Trabajamos con las escuelas de Villa Castells, por ejemplo compramos materiales sobre ESI - Educación Sexual Integral -, queremos acompañar el crecimiento de las niñeces, entendemos la cultura con perspectiva de derechos humanos”, concluye la dirigente.

Otra institución que está retomando sus actividades es el Club Deportivo y Biblioteca Romerense. Recientemente cumplió 80 años y es la única en esa localidad. “Está en su etapa de reorganización y abocada a la tarea de informatización. También volvieron a realizarse préstamos a estudiantes y adultos”, se comunica desde la entidad.