La necesidad de evitar que se prescriban dietas sin la actuación de profesionales

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En forma esporádica, pero constante a través de los años, aparecen informaciones demostrativas de la forma irregular en que se ejercen algunas prácticas irregulares por parte de falsos profesionales, que carecen de título habilitante y que, por consiguiente, ponen en riesgo la salud de las personas o la integridad de distintos tipos de bienes.

Ahora ha sido el Colegio de Nutricionistas bonaerenses el que formuló advertencias y manifestó su preocupación ante el ejercicio ilegal e irregular de la profesión. En los últimos siete años se constataron por lo menos 260 denuncias a personas que no tienen un título habilitante para desarrollar la carrera, con las consecuencias nocivas que pueden derivarse.

Según se indicó, debido al crecimiento de este peligroso fenómeno para la salud, en 2015 se creó en ese ámbito la comisión de ejercicio profesional que concentra las denuncias por “intrusismo profesional”, que es justamente la práctica de la nutrición sin título habilitante ni estudios que avalen esa práctica.

Los nutricionistas señalaron que se informó al ministerio de Educación sobre los alcances del problema planteado. Explicaron así que surgieron nuevas modalidades que ponen en peligro la peligro la vida de personas, mencionando allí algunos nuevos cursos conocidos como auxiliar, asesor o coaching, entre otros.

Afirmaron que ninguno de estos cursos habilita a ejercer la nutrición, por lo que tampoco puede resolver en tiempos récord, como prometen las publicidades, bajar rápidamente de peso, dietas soñadas y demás.

En numerosas ocasiones este diario se ocupó de estas situaciones, tan riesgosas como anómalas, referidas tanto a la falta de profesionales idóneos en el dictado de clases y su reemplazo por supuestos “expertos”, como a los abusos en los que incurre mucha gente, que toma decisiones concernientes a su salud sin la debida supervisión.

Relacionado al tema de las dieta, pueden mencionarse aquí los casos de trastornos graves sufridos por personas a causa del uso de drogas destinadas a lograr el adelgazamiento, en algunas oportunidades hasta con riesgo de vida, que se repiten cada año y llaman la atención sobre los problemas sanitarios que genera la preocupación corriente por el aspecto físico, a veces conjugada con la tendencia a la automedicación y otras a raíz de la intervención de falsos médicos que instan a sus “pacientes” a recurrir a complejos de sustancias peligrosas para obtener los resultados perseguidos.

En ese contexto, es procedente y digna de atención la denuncia formulada por el Colegio de Nutricionistas, que excede los marcos de un mero problema de incumbencias y advierte sobre los graves peligros que corren muchas personas, cuando son tratados por falsos profesionales.

Está claro que descansa en las autoridades médicas –y en este casi también de las educativas- la responsabilidad inicial de prevenir estos casos, sancionando con severidad a quienes infringen normas que fueron promovidas justamente para evitar malas prácticas por parte de personas que carecen de títulos legítimos para actuar en el campo de la salud.

 

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