“La Oruga”: un thriller sobre los abusos de poder en el mundo del teatro

Creada por Lucía Paz a partir de historias reales de parte de referentes, la serie se estrena mañana en Cine.Ar

Edición Impresa

Las complejas, problemáticas dinámicas de poder entre maestro y discípulos en el mundo teatral aparecen en escena en “La Oruga”, serie que, dirigida por Lucía Paz, se estrena mañana, en simultáneo en la Biblioteca Nacional porteña y la plataforma on demand Cine.Ar.

La serie sigue a un grupo de actores que contratan a un renombrado y excéntrico director para ser guiados: a medida que se acerca el estreno los ejercicios que en un inicio generaron fascinación se van convirtiendo en tortuosos entrenamientos físicos y disciplinamientos morales que responden a la premisa de ser un solo organismo. ¿Es un método revelador que les permitirá una actuación sublime… o simplemente sus ansias por destacarse hicieron que se sometan a un loco sádico?

La serie, un oscuro thriller psicológico, está basado en historias reales de abuso por parte de referentes del medio teatral, cuenta en diálogo con EL DIA Lucía Paz, directora de varios cortometrajes y que se encuentra realizando su primer largo, “Oda amarilla”, documental sobre el vínculo con su padre, que padece Alzheimer, un proyecto que “tiene que ver con un vínculo que de pronto pierde las palabras, la posibilidad de comprender desde la razón, desde lo verbal. ¿Cómo continuar con esa comunicación, qué otras formas de comunicar, de hablarle a mi madre, de sentir a mi madre, puede haber?”

Pero si “Oda amarilla” “arrancó la palabra” y “conecta con una memoria sensorial, algo más primitivo”, “La Oruga” es “pura palabra, pura labia”, encabezada por “un personaje masculino que se pasa seduciendo a través de la palabra”, esa figura de autoridad que seduce mientras conduce a la locura.

Proyecto “muy autogestivo”, realizado con un equipo muy chico donde “todos hicimos un poco de todo”, la serie se gestó en el marco de un taller de aprendizaje de actuación frente a la cámara de la Academia de Actuación para Cine que conduce el productor de “La Oruga”, Emiliano Romero: él convocó a Paz para, dentro de ese taller, desarrollar una serie. Pero lo que empezó como un encargo mutó rápidamente en un proyecto personal para Paz, que llevaba varios años trabajando en un largometraje de ficción sobre la temática.

“Yo inicialmente me formé como actriz, empecé muy chica, y cuando terminé el secundario entré en la UNA y paralelamente empecé a explorar el teatro antropológico: el contacto con ese tipo de teatro, que plantea una indagación sobre el ser humano en el marco de hacer teatro, me conectó con una profundidad que para mi no tenía el teatro. Para mi el teatro era jugar, y ahí cobró un grado de reflexión filosófica”, explica Paz, que a partir de aquella experiencia comenzó a preguntarse sobre el teatro y sobre sí misma.

Un proceso de indagación personal que la llevó por el budismo, la astrología y otras formas de racionalidad, donde se fue percatando que “había algo en esto de preguntarnos quiénes somos, y empezamos procesos de autoconocimiento en el espacio que sea, sea de actuación, espiritual, es delicado”.

Delicado, claro, para esas personas que buscan respuestas con desesperación y a menudo quedan atrapadas por figuras magnéticas pero tóxicas. La serie pone el foco en esas figuras, los líderes que aprovechan su poder, pero también en quienes sostienen “esa relación de poder. No suena la alarma, hay algo raro ahí, no es normal lo que está pasando… pero hay algo de continuar. Y ahí entra la seducción, la admiración: a uno le vendan los ojos y deja de ver la realidad, de confrontar, de poner límites”.

Ese fue el punto de partida de la película que mutó en serie, pero a partir de esa reflexión Paz comenzó a “encontrarme con determinadas experiencias donde se borran los límites entre lo que es un curso de actuación y un grupo más cerrado, algo más sectario, donde todos pensamos lo mismo, se empieza a volver endogámico. Eso busqué mostrar para poder generar una reflexión en ‘La Oruga’”.

De hecho, la serie, que se mete con un tema tabú en el mundo de la actuación como es el abuso de los profesores, se puede pensar, dice la directora, como una metáfora del poder. “Estaba presente para mi poner en juego las relaciones de poder en el teatro, pero también mientras escribíamos y filmábamos, teníamos como referencia otros sectores donde se dan estas mismas situaciones”, cuenta. “De hecho, una de nuestras referencias era ‘Wild Wild Country’, sobre la secta de Osho…”

“En ciertos espacios, a uno le vendan los ojos y deja de ver la realidad, de confrontar, de poner límites”

Lucía Paz,
Directora de “La Oruga”

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE