Los Pérez García llegan a La Plata con nuevo disco
Edición Impresa | 22 de Julio de 2022 | 00:59

Tras el lanzamiento de su nuevo disco, “Después de la Tormenta”, Los Pérez García llegan a La Plata: mañana a las 21, en 43 entre 7 y 8, presentarán su viejo cancionero y su último trabajo, hecho de canciones que “fueron escritas hace tres años, otras en plena pandemia y otras en el último tramo”, según relató Beto Olguín, el vocalista.
“Todas las canciones nacieron en casa con una criolla y un piano, y terminaron de desarrollarse y enriquecerse en la sala. Y se terminaron con el aporte de los productores y en el estudio de grabación. Hacía tiempo que queríamos trabajar con Pepe y Juan de Bersuit, es un placer para nosotros trabajar con integrantes de la banda mas grande de rock nacional, y sean los productores de este disco”, contó Beto sobre el lanzamiento.
Los Pérez García es la clásica historia de amigos del secundario que forman una banda sin mayores ambiciones que pasarla bien y sonar cada vez un poco mejor: la unión, en este caso, se dio en el Comercial de Aldo Bonzi, en la bisagra caliente entre los años ochenta y noventa, cuando el rock nacional era tremendo hervidero. Sumo, Los Redondos, La Renga, Los Piojos, Los Caballeros de la Quema entre otros, les hacían saber a esta manga de repetidores empedernidos que desde los barrios se podían decir cosas y que el rock era un gran instrumento para llegarle a la monada directamente al pecho.
En un principio, Mingo Catanzariti, Beto Olguín y el tecladista Julio Medina fueron primero S.O.S y luego Dalí, dando vida a los dibujos de bandas que Beto garabateaba en sus cuadernos para matar el tedio de las interminables horas de clase. Pero a mediados de 1994 debutaron oficialmente en la sede del Sindicato de Músicos de la Av. Belgrano bajo el nombre de Los Pérez García, apellido ligado a la cultura nacional desde la década del 40 gracias al radioteatro transmitido por la emisora El Mundo y del que surgió la frase popular “tenés más problemas que los Pérez García”.
La banda trabajó donde pudo, fue creciendo y tuvo que sobreponerse a cambios de formación e incluso a la muerte de Ariel “Garfield” Caldara, tecladista de Los Caballeros de la Quema con quien se encontraban grabando un disco en 2001. Tardaron años en reacomodarse ante el golpe, pero la banda siguió tocando, siempre con el espíritu que sintetizó Beto: “En definitiva, somos seis tipos que se juntan a laburar pero usan el espacio de laburo también como un lugar de encuentro. Para tomarse una cerveza y hablar del partido, de algún disco o de lo que nos pasa en nuestras casas. Es una buena excusa para encontrarse con amigos. Después de la segunda o tercera cerveza… nos vamos a buscar otra más y entonces capaz que entramos y ensayamos un rato”.
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