Cristina 2023: ¿ilusión, realidad o una nueva épica en marcha?

Las movilizaciones del kirchnerismo en su apoyo empujan un “operativo clamor” para que vuelva a ser candidata presidencial

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Por CARLOS BAROLO

Cristina Kirchner y su situación judicial monopoliza por estos días la agenda pública. El oficialismo con sus gestos de apoyo a la vicepresidenta y la oposición sosteniendo la acusación del fiscal y su pedido de condena por presuntos actos de corrupción con la obra pública en Santa Cruz, se han encargado de que la causa en la que también aparecen imputados ex funcionarios del kirchnerismo se haya transformado en un tema que mantiene el centro de atención.

La movilización callejera que está desplegando el oficialismo en respaldo a Cristina, viene anudando una sucesión de pronunciamientos que exceden el mero respaldo político y comienza, de a poco, a dar paso a un incipiente “operativo clamor” para que la vicepresidenta se embarque en la aventura de ir por un nuevo mandato presidencial el año que viene.

Desde hace algún tiempo circula en las redes sociales un afiche en la que se la ve de espaldas junto a un sol reluciente y el número mágico 2023. Apareció en sintonía con la estrepitosa caída de la imagen de Alberto Fernández y los desaguisados del Gobierno. Ahora emergió con más fuerza. Hay dirigentes convencidos de que la única capitana capaz de llevar a buen puerto al Frente de Todos el año que viene es la vicepresidenta. Esas voces se multiplicaron en los últimos días luego de que el fiscal Luciani formalizara la acusación.

Cristina concede y calla. Pero realiza algunos gestos que entusiasman a su tropa. Antenoche, cuando llegaba a su departamento de Recoleta en capital federal, se mezcló entre los militantes que la esperaban. Alguien le alcanzó una gorrita que rezaba “2023” y se dejó fotografiar con ella.

Existe uan corriente de opinión amplia que la ve como candidata, pero a senadora nacional

 

Esa instantánea dejó volar la imaginación de los kirchneristas más entusiastas. Ya nadie en el oficialismo da ni dos pesos por una eventual reelección de Alberto Fernández, hoy relegado a un plano secundario. Sergio Massa, empoderado desde que asumió en el ministerio de Economía, es otro de los nombres que da vueltas por el firmamento oficial, pero sus chances dependen de que su gestión pueda mostrar resultados más o menos halagüeños.

En ese contexto, la figura de Cristina volvió a estar en boca de todos. La coraza que procuran edificarle sus seguidores oficia en el imaginario de no pocos dirigentes K como una plataforma de lanzamiento. Pero una eventual candidatura de Cristina abre un rosario de interrogantes. ¿Ilusión? ¿Realidad? ¿Una nueva épica en proceso de arranque?

Diversos analistas se han detenido a auscultar en ese último aspecto. Carlos Fara, por ejemplo, descree de la posibilidad que el oficialismo pueda salir robustecido al cobijo de las demostraciones callejeras y la movilización militante con la que se busca arropar a la vicepresidenta. “Es muy poco probable que las noticias tribunalicias muevan la aguja de la opinión pública”, dice. Y refuerza: “La probabilidad de que algún votante indiferente sobre estos acontecimientos piense favorablemente por Cristina, es muy baja”.

En las últimas horas se dio a conocer un estudio de la consultora Circuitos que hace mediciones en la Provincia. Su titular, Pablo Romá, concluye en que Cristina Kirchner es la dirigente mayoritariamente elegida por aquellos que votaron al Frente de Todos en 2019. “El 54, 7% piensa que Cristina es quien está en mejores condiciones para encabezar la fórmula presidencial del espacio”, señala. Massa creció respecto del último estudio de Circuitos, pero todavía está lejos con un 22,6 por ciento.

Ese apoyo interno mayoritario sostiene el “operativo clamor” de los más fieles kirchneristas. Pero las decisiones abrazadas de racionalidad política transitan por otro carril. Por otra parte, nadie puede pedirle a la vicepresidenta, acostumbrada a dar sorpresas, a que devele ahora qué rol analiza jugar en el año electoral. Existe una corriente de opinión amplia que la ve como candidata, pero a senadora nacional por la Provincia. Gane o pierda, se aseguraría una banca. En ese rol, podría ser además una figura clave en el proyecto oficialista que apunta a conservar la Gobernación ya que sigue siendo la dirigente peronista que más mide.

Dar la batalla por la Casa Rosada, es otra cosa. Cristina analizará encuestas y auscultará el humor social respecto de su figura antes de tomar una decisión de esas características. Pero mientras tanto, deja correr el “operativo clamor”.

 

 

 

 

Cristina Kirchner

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