Por la sequía, ingresarían U$S1.500 millones menos
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2022 | 03:08

Argentina atraviesa el tercer año consecutivo bajo el fenómeno climático de La Niña. Quiere decir que desde hace tres campañas agrícolas su territorio está siendo afectado por lluvias menores al promedio histórico, con los efectos negativos que conlleva en cualquier actividad agropecuaria.
Por supuesto que estas mermas productivas tienen impacto económico, para el agricultor y para el país. En el caso del productor, el efecto es inmediato: menor volumen de cosecha, lo que lleva a un ajuste obvio en sus márgenes y rentabilidad, en un contexto de incremento en los costos de insumos, inflación y atraso cambiario, aunque los buenos precios internacionales pueden amortiguar ese menor volumen disponible, opinó el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo.
Para la endeble economía argentina la sequía es también una mala noticia. “Ya es sabido que la producción de trigo va a ser mucho menor que la del año pasado, lo que va a generar un impacto directo en el ingreso de dólares, principalmente entre enero y febrero”, marcó Miazzo, quien estimó que probablemente falten “unos U$S1.500 millones”.
La escasez de precipitaciones promete seguir en los próximos meses y a corto plazo no se avizora una normalización de los volúmenes de lluvia. Según un informe del Instituto del Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), hay entre 70% y 80% de posibilidades de que la sequía se extienda durante los meses de la primavera e incluso hasta inicios del verano.
Ante este panorama, los efectos nocivos y sus consecuencias se contabilizan a medida que pasan los días y las lluvias no llegan. Según detalló el Jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo, las primeras consecuencias de esta merma en la oferta hídrica en esta nueva campaña agrícola puede verse con claridad en el trigo, cuya caída en el área ocupada respecto es de un millón de hectáreas hasta las 5,9 millones, según Infobae.
“El potencial productivo de esta campaña habla de 17 millones de toneladas, mientras que el año pasado la producción fue de 23 millones”, agregó. Hay 1,8 millones de hectáreas implantadas con trigo en condiciones regulares a malas debido a que gran parte de la región pampeana y del norte del país sufre esta condición.
Russo puntualizó al norte bonaerense y al centro-sur de Santa Fe como zonas especialmente afectadas por La Niña. En algunos puntos, como Pergamino, hace tres meses que no hay lluvias que superen los 5 milímetros y en otras localidades ni siquiera hubo precipitaciones.
“La región no solo tuvo un invierno complicado, sino que hubo un faltante de agua muy marcado durante el otoño, que es cuando se esperan las lluvias para recomponer las reservas de agua en los suelos. Eso no pasó y se registraron faltantes de hasta 200 milímetros en la región pampeana. Es el efecto que se está viendo, sumado a un verano complejo y de que hace 20 meses que viene complicado por las dos Niñas que sucedieron”, concluyó.
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