Tensión en un “piquete” de ambulantes

Vendedores ambulantes realizaron durante un horario “pico” de la mañana de ayer un piquete en pleno centro de la Ciudad como modo de protesta contra los operativos que está llevando adelante la Comuna para erradicar la venta ilegal en las calles de la Ciudad.

La medida de fuerza de los puesteros interrumpió el tránsito en la avenida 7 y su intersección con la calle 46 -mano hacia plaza Italia- en un momento de la jornada de un intenso movimiento vial y tuvo en esta ocasión un condimento que acentuó todavía más la tensión en el microecntro: el paso de un colectivo cuyo chofer rechazó la protesta y siguió de largo frente a los cajones que los vendedores ambulantes habían dispuesto en la calzada para cortar la circulación vehicular.

Según pudo saber este diario, los puesteros, como se dijo, tomaron la decisión de interrumpir el tránsito a raíz del último procedimiento de los inspectores municipales en el que se les confiscó mercadería.

Testigos del episodio señalaron que se vivieron momentos de tensión cuando un micro de la línea Norte impactó contra los cajones que habían sido colocados para impedir el paso de los vehículos, lo que provocó la dispersión del piquete.

La escena fue grabada por vecinos que estaban presentes en el lugar y la registraron con sus teléfonos. Más tarde, pasó algo parecido con colectivos de otras líneas y taxis.

Al mismo tiempo, agentes de Control Ciudadano acudieron al lugar para que los manifestantes sus céntrica.

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Así, pasadas las 10:30 el tránsito se había liberado, aunque persistía la tensión por el retiro de uno de los puestos de fruta que se ubica habitualmente en la esquina de 7 y 46.

Lo que se vende y dónde

Según relevamientos efectuados por este diario, la mayoría de los puesteros despliega la mercadería -de origen incierto- en la mano de la avenida 7 que va de plaza Italia a plaza San Martín.

En la esquina del Banco Provincia, en 7 y 47, se instala regularmente un puesto de frutas y en la cuadra siguiente hacia 7 y 44, se suelen observar manteros que ofrecen ropa, accesorios de invierno y barbijos.

En la vereda de enfrente, en la del Ministerio de Economía, se vende indumentaria escolar, anteojos, gorras y joggins. Asimismo, en la calle 46 se comercializan repasadores, fundas para almohadones, manteles y hamacas paraguayas.

También, dentro de la oferta ambulante, hay ropa interior, pantuflas, cinturones, mochilas, bolsos de mujer y bijouterie.

Especias, ropa interior, sandalias de goma, gorras, golosinas, sábanas y accesorios para el celular, son algunos de los artículos que se encuentran en los puestos de la vereda de 7, entre 47 y 48.

Una cuadra más hacia plaza San Martín, en 7 entre 48 y 49, además de puestos fijos de venta ilegal suele haber vendedores ambulantes de ajo y limones.

Un poco más despejada, en la vereda de 7 entre 49 y 50, la mayoría de las mantas desplegadas sobre el suelo se ofrece ropa interior, medias y conjuntos de pantalón y buzo para la práctica de actividad física.

En la cuadra de la galería San Martín se asientan diariamente unos 10 vendedores, y una de las características desde hace largos meses en que se ofrecen barbijos confeccionados de manera casera, infantiles y también para personas adultas.

Otra cuadra “recargada” es la del lado de la Legislatura que da a la avenida 7. Allí no hay sector que no esté copado por los vendedores, incluso con tramos con dos hileras de mantas, una sobre las rejas y otra entre las paradas de micros. En esa cuadra se vende de todo: frutas, ollas, cosméticos, ropa usada, golosinas, sandwichs, especias y artículos de vestir como anteojos de sol, bufandas, guantes y muñecos de peluche.

La actividad que desarrollan los puesteros es apuntada continuamente por los comerciantes legalmente establecidos, ya que les significa una competencia desleal, pues mientras que quienes están al frente de un local debe afrontar una lista interminable de gastos, los ambulantes se adueñan de la vía pública y ofrecen muchas veces lo mismo que está detrás de las vidrieras.