Desde Morales, Tarragona y Sosa se arma el nuevo Gimnasia

Personalidad y juego, liderazgos dentro y fuera de la cancha para un equipo muy joven que perdió figuras importantes que no podrá reemplazar en este mercado de pases de verano

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Gimnasia empezó a transitar una nueva etapa. No hay dudas. El sinceramiento del presupuesto futbolístico y la imposibilidad de incorporar jugadores abrieron la puerta a un semestre de transición, con revalorización de lo propio, con apuestas deportivas desde las juveniles del club y con objetivos más moderados, al margen de la participación en la Copa Sudamericana.

Además de la desvinculación de Néstor Gorosito, el equipo perdió cuatro jugadores titulares, tres de ellos parte de la columna vertebral: Rodrigo Rey, Agustín Cardozo y Brahian Alemán estuvieron entre los rendimientos más importantes del año, junto con Leonardo Morales y Cristian Tarragona, ausente por lesión en la segunda mitad de 2022.

Justamente desde estos dos nombres empieza a armarse el nuevo Lobo, más allá de que todavía “Tarra” no haya firmado el nuevo contrato. Ambos tienen 31 años y asoman como los hombres de experiencia para apuntalar a los más jóvenes. El nivel exhibido y el liderazgo tanto dentro como fuera de la cancha los convierte en referencias ineludibles, en los faros de un equipo y un plantel con bajo promedio de edad.

Un par de datos explican la realidad por si solos. Nicolás Colazo, con 32 años, es el más “grande” del plantel. Y después de Morales y Tarragona, asoman Maximiliano Comba (cumple 29 años la semana próxima) y Franco Soldano (28).

Obviamente que a esta altura del siglo XXI no se juega al fútbol con el DNI. El fútbol cambió. Sin embargo, siempre es sano que los jugadores que hacen sus primeras armas aparezcan en equipos armados, en estructuras sólidas, en contextos sanos sin una presión enorme que no todos soportan. Siempre serán más fáciles las apariciones de Leandro Cufré, Mariano Messera y el propio “Chirola” Romero de la mano de Timoteo que los debuts de “Nacho” Fernández, Fernando Monetti, Matías García o Alan Ruíz con la espada de Damocles del descenso sobre la cabeza.

Por supuesto que, al margen de la edad, hay liderazgos futbolísticos. En esta formación en ciernes, uno de los que puede marcar el ritmo a sus compañeros es el paraguayo Ramón Sosa. Y otro, Benjamín Domínguez, que posiblemente tenga más libertades ofensivas dirigido por el entrenador al que deslumbró cuando apareció en reserva. Ambos desequilibran por los costados y quizá sean más delanteros que mediocampistas en la idea de conjunto de Sebastián Romero.

Justamente “Chirola” asoma como la garantía de identidad tripera, de ese reconocimiento entre pares que se genera de ida y vuelta entre el tablón y el verde césped. Nacer en el club es un valor agregado que va más allá del “vamos vamos los pibes”. Tiene que ver con entender de necesidades y sentimientos, sin que suene a romantización de las faltas. Matías Melluso, ya con 24 años y seguramente dueño del lateral izquierdo, es quien mejor representa ese amor al club tan necesario siempre. Más, en épocas de crisis como la actual.

De la mano de esos liderazgos grupales, anímicos, espirituales y futbolísticos, deberán terminar de crecer aquellos jugadores que de la mano de “Pipo” tuvieron muchos minutos dentro de una equipo que brindaba seguridades, al menos hasta el final del torneo. Tomás Muro, Alexis Steimbach, Gonzalo González, Alan Lecano, incluso Guillermo Enrique -titular durante casi todo el campeonato- están ante la chance de jugar mucho, de convertirse en titulares o en recambios vitales en un juego que reclama planteles cada vez más largos y bancos de relevos que aporten soluciones.

Ni hablar que Tomás Durso e Ignacio Miramón aparecen como las apuestas del club a la hora de valorar lo propio. Durso, con 23 años y apenas dos partidos en el equipo superior, tendrá la chance de pelear por ese arco que dejó libre Rodrigo Rey y que hoy mide más de 7,32 por 2,44. En cuanto a Miramón (19 años, de Bolívar), tendrá el gran desafío de que el hincha no añore a Agustín Cardozo, de gran paso por Gimnasia.

Mientras el plantel completó su primera semana de entrenamientos en doble jornada, la idea táctica de “Chirola” aún es una incógnita. ¿Sostendrá la intención de protagonismo desde el 4-3-3 que tuvo en reserva o estará obligado a cambiar por características de jugadores? Completo adelante (además de Benja y Sosa, Ramírez, Soldano, Contín y la espera por Tarragona), las dudas surgen en el medio, donde Muro-Miramón-Lescano puede ser la línea de volantes inicial. Falta, pero un nuevo Lobo está en marcha.

Los hombres de más experiencia para apuntalar a los jóvenes son Leo Morales y Tarragona

 

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