El Messi de las dos ruedas

Eduardo Tucci

deportes@eldia.com

El deporte argentino otra vez de fiesta por un logro histórico. Kevin Benavides, en un final electrizante, se consagró campeón de la categoría más exigente, las motos, en el siempre difícil y peligroso Rally Dakar. La última etapa fue el escenario de una lucha sin cuartel entre el vencedor y el australiano Toby Price en el peor de los terrenos que finalmente consagró al piloto de Salta por una diferencia tan exigua como asombrosa: 43 segundos.

Pasaron 14 etapas, 16 días y un total de 8.549 kilómetros para que Benavides, que había arrancado la etapa final 12 segundos detrás del puntero, saliera a todo o nada desde atrás por los laureles. Lo logró en base a un rendimiento sin fallas de la KTM y una actuación magnífica del nuevo campeón que mantuvo el ritmo de carrera que propuso desde el vamos pese a tener que desenvolverse en un terreno cambiante con mucha arena, barro y peligrosos huellones.

Más de 44 horas de carrera marcan la magnitud de la conquista que tiene un doble valor si se toma en cuenta que el argentino le ganó una carrera histórica a un rival, el australiano Price, que tiene dos Dakar ganados (2016 y 2019) y que cuenta entre sus antecedentes grandes actuaciones en 2015, 2018 y 2020.

Familia muy tuerca la de Benavides ya que su hermano Luciano también participa de la actividad motociclística y completó el recorrido del Dakar con una muy buena actuación que le significó el sexto puesto en la general. Por su parte, Kevin impuso un giro en su carrera cuando se sumó a KTM luego de vencer en el Rally Dakar de 2021 y abandonar en la edición del año pasado por fallas en el motor.

La foja de servicio del salteño marca que las primeras aceleradas sobre las dos ruedas las hizo en el Enduro, una especialidad diferente que se corre en circuitos cerrados. La llegada del Rally Dakar a Sudamérica significó un antes y un después para Kevin, que se adaptó a las exigencias de la muy especial categoría para convertirse en uno de los principales animadores.

Fue sin dudas una carrera muy especial para el argentino ya que en su transcurso Benavides hizo gala de su caballerosidad. En la etapa 13, cuando la lucha por el primer lugar se circunscribía a diferencias casi inexistentes, el salteño detuvo su marcha –en el tramo entre Shaybah y Al-Hofuf—para auxiliar a Matthias Walkner que instantes antes había tenido un accidente. El europeo estaba muy dolorido ya que al caerse de su moto sufrió un duro golpe en la espalda. No se podía mover y fue Benavides quien lo auxilió hasta que llegó la asistencia. Una vez solucionado el traslado del accidentado, el argentino continuó en la competencia. Una actitud que bien merecería otra medalla. El austríaco, en sucuenta de Instagram publicó una historia en la que se agradeció en tercera persona: “¡Gracias a @kevinmaxbenavides, que está luchando por el título del Dakar pero se detuvo para ayudar a Matthias!”.

El viaje de los hermanos Benavides a Arabia Saudita para correr la 45° edición del Dakar tuvo una particularidad que ellos mismos se encargaron de destacar. Compartieron el vuelo con una de las estrellas del seleccionado argentino que se coronó campeón del Mundo, Julián Alvarez que retornaba al Manchester City para reiniciar las prácticas. Hubo selfies, charla y una cálida despedida. Uno venía de conseguir la gloria y los hermanos salteños iban en busca de ella.

Tiempo de logros y festejos. El deporte motor, en particular, generó muy gratas noticias en la última semana: la contratación de Franco Colapinto en el equipo Williams de Fórmula 1 y la incorporación del multicampeón Agustín Canapino al Indy Car. Y por si esto fuera poco, la histórica conquista de Benavides en el Dakar.

Es el segundo campeonato para el salteño, que recorrió 8.549 kilómetros en 16 días