Campeones con barrio

Emociona la foto de estos días de Leandro Paredes en el Parque. Su paso fugaz por el Club Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (GEVP) terminó siendo clave para su ascenso. Por eso Paredes, arribado como flamante campeón mundial al país, decidió visitar el origen. Saludar ante todo a Ramón Maddoni, el formador histórico que le pedía que metiera un poco más de pata, porque el fútbol, le insistía Maddoni, además de clase, también es batalla (Paredes lo tomó tan al pie de la letra que por momentos sobreactuó en Qatar su rol de volante central, con alguna falta inoportuna y con aquel pelotazo infantil al banco de suplentes que casi nos deja con uno menos en el alargue contra Países Bajos). Ese tema no forma parte de esta discusión. Ahora se trata de analizar qué hacía Paredes en el Parque, posando sonriente con mozos y empleados de la cocina, y saludando y agradeciéndole especialmente a Maddoni por aquellos años infantiles siempre inciertos, porque más de un pibe pinta para crack y se queda luego en el camino.

Paredes, que en rigor llegó a Parque procedente de Brisas del Sud (y cuyo club inicial fue Sociedad Fomento La Justina, de San Justo), arribó de la mano de Maddoni a Boca, con apenas ocho años y el pelo hasta la cintura, enganche de novena y campeón de octava, figura en un torneo infantil en España y subido a Primera por Claudio Borghi cuando tenía apenas quince años. Lo que siguió ya es más conocido, pero La Justina, Brisas y Parque nos permiten reproducir uno de los hilos más interesantes que vi en las redes tras la conquista de Qatar. El inicio anónimo de los veintiséis campeones, en clubes casi desconocidos, clubes que siguen siendo hoy claves para explicar por qué Argentina, en medio de todas las crisis, sigue siendo una fábrica de cracks.

El hilo de Clubes de Barrio enumera aquellos clubes iniciales de cada uno de los campeones. Los arqueros Dibu Martínez con General Urquiza de Mar del Plata, Franco Armani con Aprendices de Casilda y Gerónimo Rulli con Ateneo Popular de La Plata. Abajo: Juan Foyth (Victoria, La Plata), Gonzalo Montiel (El Tala, González Catán), Nahuel Molina (Náutico Fitz Simon, Embalse, Córdoba), Gastón Pezzella (Km 5, Bahía Blanca), Lisandro Martínez (Urquiza, Gualeguay), Marcos Acuña (Don Bosco, Zapala), Cuti Romero (San Lorenzo, Córdoba), Nicolás Otamendi (Barrio Nuevo Devoto) y Nicolás Tagliafico (Villa Calzada, Buenos Aires).

En el medio: Rodrigo De Paul (Deportivo Belgrano, Sarandí), Exequiel Palacios (Junta Vecinal José Ingenieros, Tucumán), Guido Rodríguez (Cristo Rey Santos Lugares), Leandro Paredes (Sociedad Fomento La Justina, San Justo), Enzo Fernández (La Recova, Villa Lynch) y Alexis MacAllister (Parque, Buenos Aires). Adelante: Thiago Almada (Santa Clara, Ciudadela), Papu Gómez (Los Rojos, Gerli), Leo Messi (Abanderado Grandoli, Rosario), Paulo Dybala (Sportivo Laguna Larga, Córdoba), Julián Alvarez (Club Calchín, Córdoba), Angel Di María (El Torito, Rosario), Angel Correa (6 de Mayo, Rosario) y Lautaro Martínez (Liniers, Bahía Blanca).

“¿Están seguros de que no son tan importantes?”, se preguntó Clubes de Barrio, aludiendo a iniciativas políticas de gobiernos anteriores, que amenazaban quitar ayudas a esos clubes que, la mayoría de las veces, viven del apoyo de sus socios y que fueron muy maltratados cuando les impusieron tarifazos como si fueran Sociedades que cotizan en Bolsa. Cuentan que el propio Paredes, además de Parque, hace un par de años, cuando era futbolista consagrado en el PSG francés (ahora está en Juventus), fue a aquel primer club, Justina Este, y dio un aporte económico que remodeló sus instalaciones. Parque celebró su centenario en 2022. ¿Hace falta decir que esos mismos años cumplen muchos otros de esos clubes, también resistentes a las crisis que arrasan con todo menos con ellos? Fueron fundados para representar en su momento al barrio, a la plaza, al municipio, a la ciudad. Para que los niños hicieran deporte. Y los hijos de inmigrantes que los fundaron, para confirmar su identidad, les pusieron en muchos casos nombres de héroes y fechas patrias: Belgrano, San Martín, 9 de Julio, 25 de Mayo. En rigor, esos clubes representan a un país todo. El Mundial de Qatar es presente intenso y será memoria futura eterna. Pero también es pasado. Feliz año.