“Los jóvenes amantes”: un romance para vivir el presente

Atípico para enero, mes de muchas novedades en los cines para los chicos que andan de vacaciones, hoy habrá tres estrenos, y dos son para el público adulto. Uno de ellos llega desde Francia: el drama “Los jóvenes amantes” en el que, a partir de una historia real, la directora Carine Tardieu plantea una relación amorosa entre una mujer de 71 años y un hombre de 45 con la que reivindica el atrevimiento para “vivir el presente mientras haya tiempo”.

Protagonizada por Fanny Ardant y Melvil Poupaud, la película, cuarto largometraje de Tardieu, era un proyecto original de la directora Sólveig Anspach, basado en vivencias de su madre, pero Anspach falleció antes de poder rodarla y le pidió a la coguionista, Agnes de Sacy, que encontrara a otra directora para hacerlo.

“Al principio dudé, me parecía una carga asumir el proyecto de otra persona, pero finalmente acepté con la condición de poder reescribir el guion por completo, el compromiso era ser fiel en el fondo pero libre en la forma”, explicó Tardieu.

La cineasta francesa dice que ve temas comunes a sus anteriores películas, como “el miedo de pasar al lado de cosas esenciales de la vida y no vivirlas y la necesidad de vivir el presente mientras haya tiempo”, además de una reflexión sobre cómo los patrones amorosos pasan de padres a hijos.

En el filme, Ardant da vida a una elegante arquitecta retirada que al fallecer una amiga conoce en el hospital a un médico, felizmente casado, y quedan hipnotizados el uno con el otro. Años después se reencuentran y surge la historia de amor.

Tardieu admite que el filme puede ir “un poco por delante de la sociedad actual”, en la que se espera que los hombres se relacionen con mujeres más jóvenes pero no es tan habitual lo contrario. “La sociedad occidental avanza mucho, hoy día todo es puesto en cuestión y cada vez se ve más normal tener relaciones con no importa quien”.

También sostiene que no tenía muchas opciones para el papel femenino protagonista. “Quería una mujer mayor pero no una viejecita decrépita porque no funcionaría la historia y en Francia no hay muchas actrices de esa edad que no estén completamente operadas, que asuman su edad”.

Ardant no mostró ninguna reticencia a mostrarse en su edad real, algo que para Tardieu era imprescindible. “Me aterra el culto a la eterna juventud, me gustan las personas mayores, lo que las arrugas cuentan, la cirugía estética para disimular la edad me parece horrible”.

A su juicio, ese culto a la eterna juventud y el miedo a la muerte están muy relacionado con la sociedad de consumo. “Siempre queremos más, en este caso más tiempo, pero no, hay un momento en el que la vida se acaba”.