Messi fútbol show: desde el banco, estuvo a milímetros de ser la frutilla del postre
Edición Impresa | 13 de Octubre de 2023 | 03:02

Llantos, emoción y cánticos. Ovaciones desde los cuatro costados del Monumental, infinidad de fotos y videos, y también gritos a cada paso. Eso generó Lionel Messi sin siquiera haber entrado a la cancha ante Paraguay desde el arranque. Lo hizo una vez empezado el complemento, generando la explosión de todo el estadio.
En su partido 177 con la Selección Argentina, el gran capitán fue suplente debido a los problemas físicos que viene arrastrando. Sin embargo, y como estaba pautado, ingresó tras cinco minutos de la segunda etapa.
Apenas pisó el campo de juego de la cancha de River, Nicolás Otamendi, quien ayer llevó la cinta por cuarta ocasión, no hizo caso al pedido del zurdo, y rápidamente se la colocó sobre el brazo izquierdo a quien mejor le queda.
Sin su explosión característica pero sí con el control y la gambeta corta tan suya, fue la principal preocupación de los paraguayos, quienes en varias oportunidades buscaron ponerle más de un hombre encima.
Asistiendo en profundidad más que buscando su remate ante la falta de espacios, casi dibuja una genialidad a una carrera a la que no le quedan muchas cosas por hacer.
A los 25 minutos del complemento ensayó desde la derecha un córner olímpico que casi se mete por el segundo palo del arquero Carlos Coronel. Pero el disparo impactó justamente en el mencionado vertical, con el golero ya vencido, generando el “uhh” de las más de 80 mil almas presentes anoche en el José Vespucio Liberti, quienes le retribuyeron el intento con aplausos y el ya típico “Messi, Messi” con alabanzas.
Ya cerca del final, a cinco minutos para los 90 reglamentarios, encabezó una contra que pudo terminar en el segundo y merecido gol de Argentina. El “10” arrancó de derecha a izquierda, juntó marcas y abrió hace Alexis Mac Allister. El jugador del Liverpool, el “otro Messi” que tiene la Selección (salvando las distancias), descargó para la llegada por ese sector de Nicolás González.
Sanabria, jugador de Paraguay, lo escupió y el “10” argentino se lo hizo saber. Un desubicado total
Sin embargo, el ex Argentinos Juniors no le pudo poner el moño a una jugada, y sobre todo a un partido, que lo merecían.
En una última oportunidad, ya que el hoy jugador del Inter de Miami busca y busca de manera insaciable, se fabricó un tiro libre en la puerta del área.
Luego de enganchar, dejó el pie para que Gustavo Gómez lo derribara. El defensor del Palmeiras cayó en la trampa. Messi acomodó la pelota y buscó el palo de un Coronel que otra vez aparecía vencido. No obstante, nuevamente la pelota se estrelló en el vertical.
Dentro del show colectivo del equipo de Lionel Scaloni, Messi tuvo el suyo individual, de 40 minutos. Jugó, hizo jugar y buscó con el bagaje de herramientas que le sobran, independientemente de su condición física. No se le dio, una verdadera extrañeza.
Junto con sus compañeros, ahora pondrá la mira en el cruce del próximo martes frente a Perú, en el que Argentina intentará llegar a los cuatro triunfos consecutivas dentro de una Eliminatoria que recién comienza, pero que desde el juego, la confianza y los pergaminos, tiene a la Albiceleste como uno de los grandes candidatos a conseguir su boleto rumbo al Mundial mucho tiempo antes.
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