Riquelme, caliente, bajó al vestuario

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El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, visitó a los jugadores del equipo “Xeneize” tras la derrota en el Superclásico ante River. ¿Habrá sido para darles aliento de cara al partido del jueves ante Palmeiras? o ¿para reprocharle al grupo su floja actuación?

Al mismo tiempo que el entrenador Jorge Almirón asistía a la sala de prensa para dialogar con los periodistas, Riquelme, acompañado por el Secretario General de la entidad, Ricardo Rosica, fue a ver a los jugadores al vestuario.

Más allá de que la cabeza del Xeneize está puesta en la revancha con Palmeiras, en busca de un lugar en la final de la Copa Libertadores, el mal trago en la Bombonera ante su clásico rival no cayó nada bien e incluso puede jugar en contra en lo anímico para afrontar el duelo en Brasil.

El semblante del vicepresidente y máximo ídolo del club, Juan Román Riquelme, no era el mejor. Su gesto adusto y preocupado pudo verse desde el palco que habitualmente ocupa y que dejó apenas consumado el 0-2 para bajar al vestuario.

No trascendieron los motivos de su ingreso al vestuario local pero su presencia y su palabra es clave para acompañar a los jugadores en un momento sumamente difícil de digerir.

 

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