“A matar o morir”, el código que impera en las calles de la Ciudad
Edición Impresa | 23 de Octubre de 2023 | 00:17

Los motochorros representan una de las modalidades delictivas de mayor crecimiento en la Ciudad en los últimos tiempos y que mayor preocupación despiertan entre los platenses. Es que a toda hora y, en cualquier lugar, irrumpen con tal violencia, que son capaces de desatar una tragedia.
Generalmente andan armados y no les tiembla el pulso si tienen que disparar. Y a veces lo hacen porque sí, sin necesidad alguna.
En las últimas horas, se conocieron tan solo dos ejemplos de la locura que se vive en las calles platenses.
Por ejemplo, en 66 y 185 de Los Hornos, el propietario de una Gilera Smash denunció que el sábado a la noche, cerca de las 22, fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta tipo 110 cc, sin plásticos colocados, que enseguida le hicieron ademanes para que frenara.
En esas circunstancias, cuando quedó parado, uno de los asaltantes se le abalanzó sobre su cuerpo y le puso un cuchillo sobre el abdomen. Todo para pedirle la entrega de su rodado.
En medio de una situación de tensión, lo peor llegó cuando, de milagro, los dos puntazos que le tiraron no llegaron a destino. Igualmente, lograron sustraerle su motocicleta.
Respecto de las características físicas de los delincuentes, el damnificado contó que el que manejaba llevaba una capucha, una campera oscura y hasta un cuello, que le tapaba el rostro.
El acompañante, en tanto, también usaba ropas negras y el arma blanca que usó fue de unos 30 centímetros.
Por su parte, en 475 entre 11 y 12 de City Bell, una pareja viajaba en una Honda XRE 300 cc cuando de golpe aparecieron dos motos, que se cruzaron en su camino y provocaron una caída.
Ahí, de inmediato, mediante intimidación con un arma de fuego, le exigieron la entrega de los celulares, que sumaron al botín junto al vehículo.
Los ladrones eran jóvenes y se supo que las víctimas del ataque sufrieron distintos traumatismos.
El conductor en el hombro derecho y su acompañante en el tobillo y pie derecho, aunque la atención médica posterior descartó fracturas.
Según pudo saber EL DIA basándose en fuentes policiales y judiciales, en lo que respecta a las zonas geográficas más golpeadas por este flagelo o el horario más elegido para lanzar estos ataques, todo apunta a que no hay distinción.
Los asaltos pueden acontecer a cualquier hora y en cualquier zona de la Ciudad, aunque la modalidad puede variar.
Otros de los datos clave a la hora de analizar esta dura problemática, es que en la mayoría de los robos que se lleva a cabo en la vía pública se aplica el mismo modus operandi: dos delincuentes interceptan el blanco elegido; luego el acompañante salta del vehículo y se dirige a la moto y aborda a la víctima.
Como se dijo, los delincuentes suelen actuar sin piedad y, en el acto final, el cómplice se sube al rodado ajeno y ambos ladrones escapan con rumbo desconocido.
Lo que sucede de ahí en más con el rodado es un misterio, aunque la Policía casi da por descontado que las motos pueden tener por lo menos tres destinos posibles. O bien se procede a su desguace y venta por repuestos, o el vehículo se vende entero en otra localidad del Conurbano o es utilizado para otros ataques.
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