“Oh, Dios mío”: una divina reflexión sobre los humanos
Edición Impresa | 31 de Octubre de 2023 | 03:04

“Oh, Dios mío”, comedia dramática de la autora israelí Anat Gov, vuelve a La Plata, ahora, con los protagónicos de Juan Ignacio Pagliere y Lili Povovich bajo la dirección de Carlos Kaspar.
Esta obra, que tiempo atrás había desembarcado en la Ciudad con las actuaciones de Paula Morales y Gastón Ricaud, cuenta la historia de un encuentro muy particular, el de una psicóloga y un nuevo paciente que requiere una sesión de terapia con urgencia: Dios.
La pieza, que se ofrecerá este sábado a las 21 en Teatro Estudio, 3 entre 39 y 40, “parte de la premisa del existencialismo humano, es decir, de todos aquellos problemas existenciales o dudas o preguntas que tenemos a lo largo de toda nuestra vida”, como “en qué o en quién creemos, a quién o quiénes acudimos cuando estamos mal”, para hablar “de la vida, la muerte, la maternidad y las creencias”, según aseguró Juan Ignacio Pagliere en diálogo con EL DIA.
El intérprete -que en teatro fue parte de obras como “Sugar time”, “Clarividentes y, entre más, “Bésame mucho”- dijo que se trata de una obra “sumamente compleja porque toma muchos temas filosóficos”, sin embargo, “está al alcance de cualquier espectador porque en algún lugar uno se siente identificado”.
A Pagliere le toca interpretar “a un personaje muy complejo” y que, apenas recibió el guion, le generó dudas. “ ¿Quién es Dios? ¿cómo es Dios? ¿cómo habla Dios? ¿cómo se mueve Dios?”, contó el intérprete las inquietudes generadas por este rol que, por primera vez en su carrera como actor, no tenía una referencia palpable a la hora de componer a su criatura. Una dificultad que, sin embargo, se volvió una fortaleza que tiene que ver con uno de los grandes mensajes de esta historia.
“Dios es el Dios que cada uno cree”, advirtió el intérprete, que a partir de esa certeza empezó a revisar su vínculo con sus dioses para que su composición fuera más verdadera: “¿en qué creía yo? ¿cuáles eran las cosas que atravesaban mi vida desde que era niño hasta ahora? ¿En qué fui creyendo? ¿En quién pensé alguna vez como imagen de Dios cuando hablaba con él cuando era chico?”, detalló el actor que en tele se lo vio en “Golpe de suerte”, “Buenos chicos”, “El primero de nosotros” y, entre otros, “Argentina, tierra de amor y venganza”.
Así, fue delineando a su personaje, “el Dios primero, el que encierra las tres religiones más importantes, la católica, la musulmana y la judía” y le dio vida a un “Dios desde un lugar más humano, con frustraciones, miedos, preguntas y con enojos por un montón de cosas que pasan”, explicó.
Un Dios con imperfecciones para “podernos replantear cuál es el lugar que nosotros ocupamos y a dónde ponemos a Dios en el momento que hacemos lo que hacemos”, y dejar de “tirar la pelota para otro lado” haciendo cosas en “nombre de”. Para el intérprete la obra sirve para reflexionar sobre “qué cosas estamos haciendo para que el mundo sea mejor o no”.
Pagliere, que desde hace veinte años vive algunos meses de cada temporada en Bali, tuvo un vínculo “fluctuante” con Dios. Y confesó que ser parte de esta obra le sirvió para “repensarme, repensar en qué creía y en qué no”.
Así, desafiado a imaginar un encuentro mano a mano con Dios, dijo que más allá de las preguntas típicas (“por qué, siendo todopoderoso, permite que pasen las cosas que pasen”), “lo dejaría hablar, que me cuente muchas de las cosas de la Creación para ver si realmente son así”. Y después, si queda tiempo, le cuestionaría sobre algunas cuestiones personales.
Las entradas para ver “Oh, Dios mío” están disponibles en Alternativa Teatral.
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