VIDEO. Delito adolescente en la Región: abandono, falta de contención y reincidencia

El delito juvenil expone e interpela a la sociedad en su conjunto. En nuestra región, las estadísticas son por demás elocuentes y muestran que la problemática no es para nada menor.

Se trata de un drama que combina abandono, falta de contención y repitencia. Las conductas contrarias a derecho, a las normas, son la regla, no la excepción, y en ese contexto nada puede salir bien. Por falta de voluntad, de educación, por las fallas propias del sistema y por la degradación de estos tiempos complejos.

En las calles todos están en peligro. Los propios delincuentes y quienes sufren sus embates, cada vez más violentos.

Es que muchas veces, hartos de la inseguridad, vecinos y comerciantes salen a jugarse la vida para hacer “justicia por mano propia”.

Es la ausencia de prevención policial algunas veces y, la puerta giratoria que se instaló en la Justicia, en tantas otras, los factores que desencadenan reacciones potencialmente riesgosas.

La situación es muy grave, pero parece no estar en la agenda de prioridades. Tampoco la aplicación de medidas alternativas de abrigo o seguridad, pese a los enormes niveles de reincidencia.

Para citar solo un ejemplo, en La Plata, en todo 2022, hubo 845 menores detenidos en causas penales. Fueran o no imputables. Pero en lo que va del presente año, cuando aún falta más de un mes para cerrar el ciclo, las capturas ya suman 1045. Es decir, un incremento de casi el 24 por ciento.

Dentro de ese contexto, hay personajes que ya han ganado una triste fama en la Ciudad.

Uno de los “Hermanos Macana”, de 16 años, posee 33 ingresos en diferentes dependencias policiales. Los investigadores dicen que actúa en conjunto con dos o más cómplices, también menores de edad, y que selecciona -de manera azarosa- comercios en la zona céntrica o, en la periferia, sobre los cuales comete el ilícito, tras forzar rejas, persianas, ventanas, techos o lo que impida su paso. Atraca bajo la modalidad escruche y también piraña.

En tanto, el “Macana” de 15 años posee un total de 27 ingresos en dependencias policiales, generalmente junto a su hermano menor y otros cómplices (del mismo rango etario). Comete ilícitos en diferentes comercios céntricos bajo la modalidad escruche y también piraña, a los cuales logra entrar luego de forzar rejas, persianas, ventanas, techos o lo que impida su paso.

“Papichulo”, hoy de 18 años, pero que lleva un recorrido en el mundo del hampa, posee un amplio prontuario con un total de 29 ingresos a dependencias policiales. Está involucrado en hechos delictivos en los que abundan daños en locales comerciales o casas de familia. Pero en otros, que lo convierten en una persona peligrosa, fue detenido portando armas y circulando a bordo de vehículos con pedido de secuestro o impedimentos legales.

G. N., de 17 años, posee solo 3 ingresos en dependencias policiales, pero eso no lo hace menos peligroso, ya que en las ocasiones en las que fue detenido, tuvo en su poder armas de fuego y circulaba a bordo de motovehículos robados.

El caso de T. G., de 12 años, es increíble. Ya tiene 6 ingresos en diferentes dependencias policiales y siempre actúa en conjunto con dos o más cómplices (también menores de edad). Está filmado en casas de deportes, kioscos y en concesionarias de autos de alta gama. Atraca bajo la modalidad escruche y también piraña.

J. V. F., de 16 años, posee un total de 7 ingresos en dependencias policiales, generalmente junto a T. G., con quien ha cometido ilícitos en diferentes comercios, como así también concesionarias de autos de alta gama, bajo la modalidad escruche y también piraña.

En Berisso

B. L. E., de 17 años, posee un total de 14 ingresos en dependencias policiales. Comete ilícitos sobre viviendas, bajo la modalidad escruche, a las que ingresa tras romper ventanas o saltar muros, para tomar lo que primero que tenga a su alcance. También es conocido en la zona por causar daños en vehículos con claras intenciones de robo.

D. J.V., de 17 años, posee un total de 5 ingresos en dependencias policiales. En la mayoría de las veces que fue detenido, circulaba a bordo de vehículos con pedido de secuestro o con documentación apócrifa, teniendo también participación en otros hechos delictivos, como ser escruches a locales.

B. A., de 16 años, posee 10 ingresos en diferentes dependencias policiales, siempre actúa en conjunto con 2 o más cómplices, y generalmente atraca por la zona céntrica de la Ciudad, bajo la modalidad escruche y también piraña.

En Ensenada

T. S., de 13 años, fue aprehendido un total de 7 veces. Inicialmente era detenido por circular en vehículos con pedido de secuestro o con la numeración suprimida, pero abusando de su condición de menor, fue por más y, a punta de pistola, cometió varios robos en la vía pública. Tal es así, que en una de sus aventuras, fue sorprendido en el interior de un camión destinado al reparto de mercaderías, y cuando quiso fugar a la carrera, fue detenido por personal policial. Como último antecedente (y no por eso menos grave), se encontraba junto a T. D. a bordo de una moto a los tiros, por los que un nene de 10 años resultó herido en El Dique.

D. M, de 15 años, fue aprehendido un total de 8 veces. Se dedica a la sustracción de motovehículos junto a otros menores para su desarme y venta. Protagonizó colisiones tanto con vehículos particulares como policiales.

A. B., de 17 años, fue aprehendido por personal policial un total de 6 veces. Resulta ser cómplice delictivo en reiteradas oportunidades de D. M. en la sustracción de motovehículos, para su reducción. Y ante la impunidad que siente, fue escalando en sus actividades delictivas, hasta ser detenido por robo calificado.