Los errores de todo el año pusieron a Gimnasia ante una situación límite

La apuesta por la economía del club por parte de la nueva dirigencia, los errores de Chirola, un mercado de pases tardío y la calculadora de Madelón al límite dejaron al Lobo match point ante una final en Banfield

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No tiene inocentes el presente del Lobo. Quien más, quien menos, hay muchos responsables de que el hincha tripero haya vuelto a sufrir por la permanencia en primera división, una constante en los últimos años al margen del veranito que significó la buena campaña de Pipo Gorosito el año pasado. Hoy, esos hinchas están pendientes de resultados ajenos y por eso una nueva derrota como local ante Atlético Tucumán convirtió al Bosque en un polvorín, con reproches al gobierno del club y discusiones entre los propios socios en las plateas.

 

La CD apostó muy fuerte a principio de año y profundizó con las ventas de Miramón y Lescano

 

Los hinchas le apuntaron al gobierno de la institución porque la Comisión Directiva encabezada por Mariano Cowen tomó medidas drásticas que indudablemente repercutirían en el andamiaje del fútbol, el principal motor de la vida del club. Así, el “baño de realidad” desde lo económico (que la dirigencia sostuvo que no fue una elección sino el único camino posible) terminó con el final del ciclo de Pipo Gorosito, la imposibilidad de retener al arquero Rodrigo Rey y las desvinculaciones de Brahian Aleman (rescindió y se fue a Banfield) y los impagos Ramón Sosa y Agustín Cardozo.

Esa decisión de política deportiva fue una apuesta 100% de riesgo, porque se optó por Chirola Romero para hacerse cargo del timón del fútbol, avalado por el cariño del hincha y un paso por el banco de Reserva que no es garantía de absolutamente nada, con el agravante de que la herencia recibida tenía a Gimnasia con la imposibilidad de incorporar futbolistas a causa de las inhibiciones. Si bien la gestión de Gabriel Pellegrino es cuestionable y le hizo vivir a Gimnasia una irrealidad de mutuos y presupuestos imposibles de afrontar, la desaceleración de 100 a 0 en cuestión de días no podía salir bien.

Así, Gimnasia empezó el año con muchas dudas y un inicio en cancha de Vélez preocupante. Con en tiempos viejos, “había que pasar el invierno”, llegar a la orilla del final del primer torneo para rearmarse con refuerzos porque más allá de la ratificación de todo lo bueno que insinuaba Ignacio Miramón en Reserva y la aparición de Alan Lescano, al Lobo no le alcanzaba con la sobrevaloración de lo propio, como tantas veces a lo largo de la historia reciente.

El Lobo pasó sin pena ni gloria por la Copa Sudamericana, tuvo una Copa Argentina decepcionante al ser eliminado por Excursionistas (rival de Primera C) y pudo dar pelea en el campeonato local, con puntos altos como el triunfo en el clásico después de 13 años pero con un declive en las últimas fechas que elevaron el índice de cuestionamientos hacia el cuerpo técnico. Para muchas hinchas, era momento del “gracias Chirola” y encarar de otra manera la Copa de la Liga.

Sebastián Romero merecía tener un mercado de pases como DT tripero. El tema es que ese mercado de pases, que era la orilla a la que había que llegar, terminó siendo el hundimiento del ciclo. Chirola y la secretaría técnica avalada por la dirigencia tuvieron nulos puntos de contactos en el análisis de las necesidades del plantel y los nombre a buscar. Y la dirigencia, a ese equipo al que había que reforzar porque no le sobraba nada, decidió vender a Miramón y a Lescano, además de la salida de otro titular como Matías Melluso, cuando a esa altura el Lobo solo tenía abrochado el regreso de Pablo De Blasis, con reparos del cuerpo técnico. Otra vez la dirigencia apostó por la economía menospreciando el riesgo de descenso entre 28 clubes.

Llegaron, además del mencionado De Blasis, el Pata Castro, los uruguayos Rodrigo Saravia y Matías Abaldo y de urgencia, un central (Yonathan Cabral) y un lateral (Luciano Gómez) que no aparecían en la agenda del cuerpo técnico. Y en dos partidos se le agotó el crédito a Chirola, a pesar de que el presidente Cowen a título personal le dio un partido extra ante Independiente, tan extra que estuvo de más. La derrota provocó la eyección de Romero del cargo y la llegada de Leonardo Madelón, con el antecedente de la milagrosa salvación hace 14 años ante Rafaela y un perfil de DT serio y motivador.

Madelón acomodó todo, con un discurso casi new age apuntando a lo anímico, a la fortaleza del grupo y a sumar “puntos inteligentes” pero con una cuenta tan fina que un error de cálculo tiene a los hinchas pendientes de resultados ajenos. La lectura de la validez del empate contra Arsenal obligaba a ganarle como local a Atlético Tucumán y la actuación fue decepcionante, porque el equipo jugó mal, perdió bien y el DT tuvo decisiones cuestionables desde el vamos, como la titularidad de Rodrigo Gallo con Abaldo en el banco de relevos y cambios difíciles de entender: la salida de Pablo de Blasis (reemplazado por Agustín Bolívar a la hora de juego) descabezó al equipo, le quitó el cerebro a un equipo que siempre marcó mal pero quie desde ese momento nunca encontró la forma de pensar el partido.

 

Madelón mejoró al Lobo, pero se aferró al cálculo y tuvo errores de lectura ante los tucumanos

 

Por eso, después de haber mejorado mucho al equipo, Madelón también aportó a esta confusión generalizada que dejó al equipo sufriendo hasta el final del año para mantenerse en primera división. Aunque, sin dudas, fueron las decisiones dirigenciales las que arriesgaron demasiado el futuro futbolístico de Gimnasia.

GIMNASIA TAMBIÉN RECHAZÓ LAS SOCIEADES ANÓNIMAS DEPORTIVAS

A tonó con lo expresado por la inmensa mayoría de los clubes de la AFA, a trvés de un comunicado Gimnasia rechazó “la privatización de las sociedades civiles sin fines de lucro a través de sociedades anónimas deportivas (SAD)”.

“En cumplimiento del Art. 2 Bis de nuestro Estatuto Social, CGE reafirma su compromiso institucional de no avanzar ni avalar acciones que tengan por fin el otorgamiento a una SAD de la gestión total o parcial del fútbol profesional y/o amateur del Club”, expresó el comunicado de la institución, que desde la Asamblea del año 2001 está blindado estatutariamente ante cualquier avance en detrimento de la soberanía del socio para decidir sobre su club.

 

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