Otro robo en Tolosa tras la marcha a la comisaría

La delincuencia continúa avanzando a paso firme por toda la geografía platense. Durante los últimos meses, casi ningún barrio o comuna se ha salvado de la inseguridad, lo que confirma que el delito no distingue de zonas, días ni horarios.

Al menos, eso es lo que vienen denunciando vecinos y comerciantes de los cuatro puntos cardinales de la Región que según afirman, se sienten “desamparados” ante el accionar -muchas veces violento- de los ladrones. En este alarmante contexto, ayer tuvo lugar un violento ataque en un sector de Tolosa.

Justamente hace tan sólo unos días, esta comuna quedó en el centro de la escena por la iniciativa de un grupo de vecinos que hartos de la inseguridad salieron a la calle a reclamar que se adopten de forma urgente medidas tendientes a frenar el accionar delictivo.

24 horas después, el sector volvió a ser noticia pero por un nuevo atraco. Así el efecto de la marcha terminó siendo justamente el contrario. Muy probablemente, los hampones tomaron esta movilización como un desafío a sus inmorales modos de vivir.

El hecho, de acuerdo a fuentes policiales, tuvo lugar el viernes por la noche, cerca de las 23.30, en una vivienda situada en la calle 30 entre 525 y 525 bis.

Pese a tratarse de un sector con bastante circulación, los ladrones aprovecharon su oportunidad para actuar y lo pudieron hacer sin levantar sospechas en el barrio.

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Se supone que se trató de un asalto al voleo, que se puso en marcha cuando los dos ladrones seguramente daban vueltas por su “coto de caza” en busca de un blanco para actuar.

Fue así que se encontraron con una situación más que propicia: un hombre descendiendo de su auto y con la intención de introducirse en su domicilio.

Si bien el damnificado se percató de la presencia de estos sujetos, su suerte casi estaba echada. Antes de que el hombre intentara escapar, los sujetos se lanzaron al ataque. Justo cuando estaba por poner la llave en la puerta de su coche, un Volkswagen Suran, para cerrarlo, terminó apuntado con un revólver.

Ni tiempo le dieron para que al menos pudiera enfrentarlos. Si bien tuvo el impulso de gritar para pedir ayuda, casi de forma instantánea le vino a la mente que podía poner en peligro a su familia por lo que, muy a su pesar, decidió hacer la voluntad de los hampones.

Tras forzarlo a abrir la puerta de su auto, uno de los individuos lo tiró al piso boca abajo y comenzó a interrogarlo, mientras el restante registraba la unidad. En esa posición, le arrancaron su alianza, una cadenita de oro y su teléfono.

Al ver que el coche estaba abierto, los sujetos se envalentonaron e intentaron huir con el Volkswagen. Pero no pudieron ponerlo en marcha y fue así que optaron por tomar un bolso con todo tipo de pertenencias y emprender la fuga hacia la zona del arroyo “El Gato”.