De vivienda del gobernador a fábrica de dulce de leche: una joya de La Plata que pocos conocen

La “casa amarilla”, de 38 y 121, tiene más de un siglo. La habitó un gobernador y fue sede de una escuela. Hubo un boliche en los ‘90

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La casona obliga a prestarle atención, tanto por lo llamativo de su diseño y su aspecto imponente en el barrio, como por su ubicación en el terreno, en la esquina de 38 y 121: de forma trasversal. El caserón, es más que eso y guarda en sus paredes una larga historia que se remonta hasta los primeros capítulos de la vida de la Ciudad, que ayer llegó a sus 141 años. Allí vivió un gobernador, funcionó una escuela, hubo una fábrica y hasta un boliche.

La construcción a la que se conoce popularmente como “casa amarilla”, tienen más de un siglo.

Así lo relevó el investigador en temas de la historia de la Ciudad, Roberto Abrodos: “Antiguos vecinos cuentan que sus abuelos italianos habían participado en la construcción de ese caserón. Todos coinciden en señalar que se trató de la residencia, posiblemente de verano, de un gobernador”, le contó a este diario Abrodos.

Según su estudio sobre la casona “el que habría ocupado la residencia sería Ignacio Darío Irigoyen, quien gobernó la provincia entre 1906 y 1910 y participó de la fundación de la ciudad de La Plata como sede del gobierno de la Provincia, donde ejerció varios cargos en la administración”.

El funcionario, detalló Abrodos, “ocupó varios cargos secundarios, pero también algunos de mayor importancia, tales como Jefe del Departamento de Patentes y Marcas y subdirector de la Dirección Provincial de Rentas”.

Además, “fue uno de los fundadores del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata”, indicó.

La construcción sigue firme después de “atestiguar” prácticamente toda la historia de la Ciudad: “Para responder a ciertos interrogantes hay que imaginar cómo era la zona por aquellos tiempos, a fines del siglo 19. Era lo que es hoy una loma entre los bañados y bajos de la Ensenada y al frente perfilándose la nueva capital, o sea todo campo”, apuntó el investigador platense.

Según los datos que reunió, todo comenzó con la denominación como “Villa Irigoyen”. Con el avance del siglo pasado, allí funcionó entre 1938 y 1950 la escuela Provincial Nº 7 hasta que se terminó de construir la nueva y actual sede, en la calle 36 entre 120 y 121.

LA FÁBRICA DE CARAMELOS

Luego, la casona pasó al mundo de la producción: “Fue asiento de una fábrica de dulce de leche y caramelos, estos últimos `La Euskalduna´ muy recordados por algunas generaciones de platenses. La finca siguió prestando servicios a través del tiempo, fue una confitería bailable que todo conocían como `casa amarilla´”, enumeró Abrodos.

Desde los abuelos italianos constructores hasta estos días, las generaciones de vecinos siguen parándose frente a la casa que atesora recuerdos de la historia en el también tradicional Barrio Hipódromo.

El testimonio de Abrodos se complementa con una foto de 1995. “Por esa época fue confitería bailable”, recordó el investigador platense sobre la casa.

Una publicidad de Los caramelos que se fabricaban en la “casa amarilla”, de 1950 / R. Abrodos

 

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