Continúa el drama de la inseguridad a metros de la sede de Gobernación

A nada de la sede de la Gobernación bonaerense, se supone una de las zonas más custodiadas de la Ciudad, no cesa el festival delictivo. Tanto que en las últimas horas se denunciaron dos nuevos ataques en locales comerciales.

De acuerdo a lo que pudo saber este diario, ambos episodios ocurrieron en Diagonal 80 entre 49 y 50.

Uno de ellos fue en “Costumbres Gourmet”, donde una empleada llamó a la propietaria para contarle que habían ingresado al local dos menores conocidos, ya que siempre andan por la zona y han entrado en más de una oportunidad a pedir mercadería.

También le contó que ambos adolescentes se acercaron a la caja registradora y uno de ellos le dijo: “Hoy tenemos ganas de hacer cagadas”.

La mujer, asustada, dio un paso hacia atrás y así, paralizada, solo pudo contemplar cómo le sacan varias empanadas de un exhibidor.

Acto seguido, los voceros del caso indicaron que los precoces ladrones obligaron a la víctima a meterse dentro el baño, oportunidad que aprovecharon para alzarse con unos 10 mil pesos de la recaudación.

Se dijo que los han visto junto a otros dos chicos y que conformarían una banda que siempre causa problemas en el barrio.

El ataque quedó filmado por las cámaras del negocio y ya están en poder de las autoridades, que ya trabajan para su correcta identificación en las actuaciones.

En tanto, en el comercio “Tienda de Empanadas” se activó la alarma sonora, luego de que desconocidos violentaran la persiana metálica y la puerta de entrada.

En principio, más allá de los daños, no se habrían llevado nada, aunque a titular del emprendimiento no le quedó otra que efectuar un gasto impensado para reparar tanta destrucción.

ZONA DE FUEGO

Como este diario ha publicado en repetidas ocasiones, a lo largo del centro comercial de Diagonal 80 es alarmante el desborde provocado por el delito. Tanto que los emprendedores están muy preocupados y exigen contar con más seguridad.

Para eso apuntan a que haya policías caminantes en los horarios de atención al público y rondines en horas de la noche y la madrugada, que es cuando se activan los delincuentes.