El riesgo, arriba: frentes y balcones, sin regulación específica

El desprendimiento de una mampostería de un edificio de 2 y 46 causó momentos de susto y tensión cuando alcanzó a una mujer y su hijo de dos años y les provocó distintas heridas. El caso, según consultas realizadas por este diario, muestra un área de la seguridad de las construcciones sin una regulación específica de mantenimiento.

Los hechos se desencadenaron por la mañana en esa céntrica esquina de La Plata cuando se desplomó parte del techo del edificio ubicado en la esquina.

A raíz del imprevisto se montó un operativo con la participación de policías y una ambulancia que se convocó para auxiliar a los heridos.

Por las lastimaduras, la mamá y su hijo tuvieron que recibir la asistencia de una ambulancia del Same. Según se informó, ambos se encontraban caminando por ese lugar al momento del desprendimiento del material.

Cabe destacar que en el transcurso de la mañana, los restos de la fachada del edificio aún se encontraban en el acceso del inmueble.

Tras las primeras observaciones se evaluó que tal vez en ese segmento de techo con estructura de madera, metal desplegado y yeso, se dejó aire para colocar alguna luminaria. Algo que de haber estado bien cubierto y con los goteros correspondientes no se debería haber caído.

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Al parecer ese techo pudo haber tenido filtraciones desde el balcón y eso tal vez haya ido deteriorando la sujeción de las estructuras de madera y oxidado el metal desplegado hasta que en un momento cedió. Incluso, la lluvia pudo haber tenido incidencia en el accidente.

Consultado por EL DIA, el arquitecto Roberto Berardi, especialista en arquitectura sustentable, explicó que en La Plata el control de balcones y fachadas no está contemplado por ordenanza.

“A raíz de episodios que ocurrieron en Mar del Plata se dispuso por ordenanza la obligatoriedad de hacer una certificación con un informe técnico anual; algo parecido pasa en capital federal, pero en La Plata no lo piden”, explicó el profesional.

En esa línea, se indicó que el consorcio de cada edificio es el que se encarga del mantenimiento y de todas las cuestiones relacionadas con la seguridad. La sugerencia que siempre se da es que si los edificios tienen muchos años debe realizarse una revisión periódica.

“Todo depende del mantenimiento que se haga, yo tengo dos consorcios a cargo, y se revisan los balcones y envolventes; también si hay problemas con ascensores, ya no se permiten las puertas tijera, ni el botón de pare”, sostuvo el arquitecto.

Se indicó que en el caso de los ascensores está reglamentado que haya empresas que realicen las certificaciones de funcionamiento mes a mes.

Aunque no hay una normativa que obligue a controlar las fachadas de los edificios, se informó que existe una reglamentación que se aplica a edificios con 50 años o mas. En estos casos habría que hacer rehabilitaciones contemplando las nuevas tecnologías.

Se ejemplificó que, entre otras cosas, las luces a mercurio se cambian por las led. “Hay que readecuar el funcionamiento de los edificios, eso comprende el cambio de las instalaciones por artefactos nuevos, el cambio de la carpintería y el envolvente”, agregó el especialista.

Un tema que incide en que la readecuación y la rehabilitación se haga es el costo, algo en lo que se tienen que poner de acuerdo el consorcio y los propietarios. Se sabe que esas adecuaciones se dificultan porque son muy costosas.

En otro orden, se indicó que los materiales que se utilizan en las construcciones tienen que ver con las zonas en las que se levantan los inmuebles.

Una mujer tuvo que ser internada en septiembre por un hecho similar en 6 entre 47 y 48

En Argentina hay seis zonas bioclimáticas y sus peculiaridades son tenidas en cuenta para evitar imprevistos.

OTRO DESPRENDIMIENTO

Como se recordará, el septiembre último una joven periodista resultó gravemente herida luego de que un trozo de mampostería le cayera encima cuando pasaba caminando por la puerta de un edificio en el centro de La Plata.

El hecho ocurrió en 6 entre 47 y 48, cuando la víctima de 34 años fue alcanzada por un pedazo de mampostería que se desprendió de un balcón del segundo piso.

A raíz del golpe, sufrió una herida cortante en la cabeza y perdió gran cantidad de sangre, por lo que tuvo que ser asistida por personal policial y del SAME.

Tras recibir las primeras curaciones en el lugar, fue trasladada al hospital Rossi para una mejor atención y quedó en observación.

La sucesión de hechos similares lleva a que tanto profesionales vinculados al urbanismo como vecinos se planteen la necesidad de que se regule el mantenimiento de las fachadas para evitar ese tipo de accidentes.