Tras encintarlo, le roban hasta una silla de ruedas

En un abrir y cerrar de ojos, para un vecino de Villa Elisa, de 72 años, promediando la madrugada de ayer, el descanso en su morada se transformó en una auténtica pesadilla.

Ello por culpa de un grupo de delincuentes que ingresó por la fuerza en su casa de 46 entre 1 y 2, le interrumpió el sueño en su alcoba y durante un extenso lapso de tiempo le hizo pasar momentos de enorme tensión y dramatismo.

Es que, según la denuncia que el damnificado radicó en la comisaría n° 12 tras el episodio, una vez que los asaltantes lo despertaron, le dieron la orden expresa de que “se arrojara al piso”.

Como pudo la víctima se agachó y cumplió con la exigencia de sus captores.

Así, demostrando estar dominados por completo por el resentimiento y la falta de humanidad, una vez que el damnificado quedó tendido en el suelo, estos hampones “le ataron las manos con cinta aisladora y una corbata que tomaron de un perchero”.

No hubo ni un atisbo de piedad para con este hombre al que terminaron inmovilizando de manera inexplicable.

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“¿Qué amenaza podría representar un hombre de 72 años, recién despierto y asustado para tres sujetos jóvenes, altos y robustos?”, deslizó ayer una fuente relacionada al caso que no dudó en usar el término “cobardía” para referirse al accionar violento de estos sujetos.

Tampoco tuvieron piedad con un familiar minusvalido que también se encontraba en la vivienda. Pese a que el dueño de casa les rogó que no se llevaran su silla de ruedas, los hampones terminaron sumando al botín este vehículo que sólo las personas con problemas de movilidad saben cuán necesario es para sus vidas.

De acuerdo a lo especificado en esa exposición, a la que tuvo acceso EL DIA, el atraco fue perpetrado por tres individuos armados, encapuchados, provistos de guantes y cuya altura promediaba el metro setenta. Además describió que ninguno de ellos tenía acento extranjero, que vestían ropa deportiva y que ninguno de ellos debe haber superado los 25 años.

El hombre detalló que todo se originó “a las 3 y media de la mañana” de ayer, mientras el hombre se encontraba durmiendo en su inmueble.

Como es común en este tipo de casos, la exigencia del grupo delictivo para que la víctima revelara dónde guardaba sus ahorros, no se hizo esperar más que un puñado de segundos.

En tal sentido -según relató el damnificado- los delincuentes le exigieron mientras lo apuntaban con “armas de caño corto similares a las mini Bersa” que les indicara dónde se “hallaban los 100 mil dólares”. No sólo eso: se informó que además los hampones le aseguraron al damnificado saber que “Acá hay mucha plata. Lo sabemos. Hablaste de más y te vendieron”, como también, para tranquilizarlo, que “No te vamos a hacer nada si colaboras”.

Una calificada fuente policial, por su parte, reveló a EL DIA que el hombre asaltado negó poseer semejante cantidad de dinero y que para librarse de estos hampones, ofreció las divisas norteamericanas que poseía cuyo monto distaba mucho de la que le estaban pidiendo.

En cuanto a las pertenencias robadas en la oportunidad por ese trío de ladrones, en la denuncia se detalló que “se llevaron 30.000 pesos, 3400 dólares”.

Con el dinero en su poder, cuando parecía que la pesadilla llegaba a su fin, el hombre debió sufrir otra dura afrenta.

Uno de los sujetos recordó que al ingresar a la morada había visto Jeep Renegade y en ese marco le exigió que le entregara las llaves.

Fue así como se terminaron apoderando del vehículo que estaba estacionado en el garaje.

Según precisaron fuentes policiales, minutos después los ladrones abandonaron la escena. Por estas horas la Policía continúa analizando las imágenes de cámaras de seguridad recopiladas en la zona con el objetivo de hallar alguna pista que pueda conducir a dilucidar la identidad de los involucrados en el violento episodio.