Brad Pitt: sesenta años de éxitos y escándalos

Brad Pitt, el chico dorado de Hollywood, bello, bonachón, interesado en las cuestiones de actualidad, vio hace poco como su cuidada imagen personal se venía a pique, en medio de un escandaloso divorcio que incluyó acusaciones de violencia doméstica y alcoholismo en su contra. Ayer cumplió 60 años todavía piloteando esa tormenta, aunque su imagen parece ya restablecida como uno de los grandes faros de Hollywood, una de las últimas estrellas de la vieja era.

Hijo de un matrimonio cristiano formado por un empresario y una conserje, Pitt nació en Oklahoma, se mudó con su familia a Misuri, fue a la universidad y estuvo a punto de especializarse en Periodismo y Publicidad. Apenas dos semanas antes de graduarse, se decantó por el cine y se mudó a Los Ángeles para abrirse paso a base de una gran tenacidad y su atractiva apariencia.

Con 24 años le llega la oportunidad de integrar el reparto de la serie “Dallas” (1987), que haría que su nombre empezara a sonar entre el público y acabara dando el salto con “Thelma & Louise” (1991). Su desempeño en este filme de Ridley Scott le permitió trabajar con Robert Redford en “A River Runs Through It” (1992) y hacer la recordada “Entrevista con el vampiro” en 1994.

Era el estallido de Brad como galán, pero más allá de su “sex appeal” -la revista People le nombró el hombre más guapo del mundo en 1995 y 2000-, Pitt condujo su carrera a base de dramas, acción y suspense, que lo alejaban del perfil de galán tradicional. Apenas superada la treintena, se consagró como uno de los intérpretes más versátiles de su generación participando en icónicos filmes como “Leyendas de otoño” (1994), “Pecados capitales” o “Doce monos” (ambas de 1995), que le valió su primera nominación al Óscar.

El respeto de la crítica y una legión de fans en todo el mundo hicieron que su caché se disparara con cintas como “Siete años en el Tibet” de 1997, que lo trajo a nuestra ciudad, para filmar en la estación de trenes. Un año más tarde, llegó a cobrar casi 20 millones de dólares por rodar, a las órdenes de Martin Brest, “Conoces a Joe Black” (1998).

El primer divorcio

Y los éxitos siguieron: estrenó la taquillera “El club de la pelea” (1999), y comenzó a colaborar con George Clooney en la saga “La gran estafa”, en 2001, mientras, en lo personal, hacía un año que mantenía una relación sentimental con la actriz Jennifer Aniston. Él era ya todo un gigante de la industria y Aniston, con la que más tarde también fundaría la productora Plan B Entertainment, veía cómo su popularidad había crecido súbitamente gracias a la serie “Friends” (1994-2004).

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Su idilio duró un lustro -en el que Pitt se prodigó con filmes como “Troya” (2004)- y su divorcio desató un aluvión de especulaciones que fueron desde la negativa de Aniston a ser madre hasta que estaba demasiado centrada en su trayectoria profesional.

Sin embargo, la realidad es que el actor había conocido un año antes durante el rodaje de “Sr. & Sra. Smith” (2004) a Angelina Jolie, una de las figuras del momento, y se había enamorado. Surgió así el fenómeno “Brangelina”, como los paparazis bautizaron a esta relación entre celebridades, que sacó su lado más familiar.

Eran la pareja de oro de Hollywood. Cancheros, elegantes, hermosos. Formaron una familia. El intérprete comenzó a ejercer como padre de seis hijos, entre biológicos y adoptados, y entró en un fructífero período en el que metió dos nominaciones al Oscar (“Benjamin Button”, 2008 y “Moneyball”, 2011).

Para entonces ya había adquirido las participaciones de Aniston en Plan B Entertainment y dedicaba bastante tiempo a la producción, faceta por la que fue reconocido con una estatuilla dorada gracias a “12 Años de Esclavitud” (2013).

Nuevos problemas

El primer y único hombre imagen del perfume femenino Chanel Nº5 continuó engrosando sus finanzas con millonarios contratos publicitarios, producción de filmes, su oscarizado papel secundario en “Había una vez en Hollywood” (2019) o negocios como su propia bodega de vinos: Château Miraval es el nombre de la finca de 500 hectáreas situada en la región de la Provenza (sureste de Francia) que “Brangelina” compró por 45 millones de dólares en 2008 y uno de los principales focos de sus diferencias, que terminaron con su separación en 2016.

Según reveló la actriz en una demanda contra Pitt el año pasado, se dio cuenta de que su relación no daba más después de que éste supuestamente agrediera en estado de embriaguez a sus hijos y a ella misma durante un viaje en avión desde la bodega francesa a Los Ángeles. Este incidente fue investigado por el FBI en 2016, pero las autoridades no presentaron cargos. Aún así, sigue siendo utilizado en la batalla legal que el otrora matrimonio mantiene por la custodia de sus hijos y por la propiedad de la bodega Miraval, donde se produce uno de los vinos rosados más reconocidos del mundo.

Se espera que la decisión en los tribunales se prolongue pero, mientras tanto, Pitt se ha enfocado en aumentar su imperio inmobiliario, protagonizó el filme “Babylon” en 2022, está produciendo ‘Beetlejuice 2’ y cumple 60 cumpleaños con su primera novia conocida tras Jolie: la diseñadora de joyas Inés de Ramón.