Inexplicable ensañamiento con robos y daños contra clubes de barrios

Dos clubes de barrio de nuestra ciudad sufrieron en las últimas jornadas de sendos robos seguidos de demoledores ataques vandálicos, que incluyeron en uno de esos casos el incendio de buena parte de sus instalaciones. Se trata de episodios que deben preocupar hondamente, en la medida en que esas entidades integran un sector social que atiende con esfuerzo y desinterés la creciente demanda de niños y adultos que acuden a ellos en busca de formación y esparcimiento.

Esos episodios formaron también parte de una larga serie de delitos similares, que pone en jaque la continuidad de las instituciones, mantenidas ciertamente a pulmón por los vecindarios que las rodean. En esta oportunidad, las víctimas de estos incomprensibles robos y destrozos fueron el Club Alumni de Los Hornos y la Unión Vecinal de Angel Etcheverry, ambos con larga y probada trayectoria social y deportiva en nuestra zona.

Tal como se detalló en la nota publicada ayer, en el caso de Alumni, además del robo de distintos elementos del club, los delincuentes prendieron fuego el sector del buffet que literalmente terminó devorado por las llamas

El fuego chamuscó una heladera exhibidora, una cocina, un freezer y toda la comida guardada. Por el calor se derritieron varios trofeos que obtuvo el Club y, entre los elementos perdidos, se mencionó un ropero en donde se guardaban botines y la indumentaria deportiva para niños y adolescentes cuyas familias no cuentan con recursos para adquirirlos.

Tal como se detalló en la nota, el predio está en 148 y 70. Tiene unas tres hectáreas en las que unos 650 chicos y chicas juegan al fútbol y al hockey. El club está en la Primera A de la Liga Amateur local. “Como dirigente de la institución viví el peor día de mi vida. Todo pasó a eso de las tres y media de de la madrugada cuando desde la Unidad 8 nos avisaron que se prendía fuego el club”, relató Daniel Arteca, presidente de la institución de la pujante localidad platense.

En cuanto a la Unión Vecinal de Etcheverry, el despojo sufrido por el club ante la acción de ladrones se sumó a los daños que causó el temporal. Dirigentes y asociados pusieron en duda la continuidad de esa tradicional entidad, hasta no contar con debido resguardo policial.

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Para el club de 229 y 53 fue el cuarto robo del año el que se registró en la madrugada del último lunes. Sustrajeron una bomba, cables, caños, ocho reflectores y dejaron todo sin luz.

A esa institución concurren unos 830 chicos y la actividad más difundida es el fútbol y el hockey. Fabián Pagella, su presidente, afirmó que se les hace muy difícil seguir adelante con los medios que tienen, la cuota societaria y lo que recaudan de algunos eventos.

Sin dejar de tomar en cuenta la crisis económico-social que afecta a todos, existen dos aspectos sobre los cuales las autoridades debieran profundizar acciones: el primero de ellos, en el educativo, inculcando en la sociedad principios de respeto a la obra que despliegan las entidades de bien público; el segundo y tan importante como el anterior, la actividad policial preventiva, reflejada en un aumento de los patrullajes y en las mínimas tareas de inteligencia barrial que debería realizar para poder identificar a los autores de estos delitos.

Por lo que significan en el logro de mejoras de todo tipo para sus zonas de influencia, por el papel fundamental desempeñado con los niños, ofreciéndoles actividades culturales, recreativas y deportivas, con lo que ello conlleva de positivo para su salud y su mejor formación cultural, se torna indispensable que las autoridades hagan lo necesario para impedir que la delincuencia se ensañe, como lo hace, con estas instituciones.