Nadie se salva del delito: desvalijan dos casas en un barrio privado de La Plata

Quienes eligen un barrio privado no solo buscan satisfacer su deseo de tener una vida más apacible, alejada de los ruidos y el ajetreo de la urbe y más en contacto con la naturaleza. Uno de los principales motivos por los que opta por un espacio cerrado, con custodia privada las 24 horas y con distintos mecanismos de alerta es poder reducir las posibilidades de sufrir un hecho de inseguridad.

Es por ello que cada vez que ocurre un golpe en los denominados “countries” la información cobra una fuerte relevancia. Casi se podría hablar de fascinación.

El principal interés de quienes se encuentran al corriente de los casos policiales es conocer cómo los ladrones lograron vulnerar la seguridad de estas fortalezas, que parecieran ser impenetrables.

Buscan determinar qué artilugio fue empleado para burlar la seguridad del barrio cerrado

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Justamente esta es la incógnita que están intentando resolver quienes se encuentran investigando los dos episodios delictivos que tuvieron lugar el pasado fin de semana en un barrio privado de la Región.

Se trata del Country Lomas de City Bell, un emprendimiento inmobiliario que se encuentra ubicado en 148 entre 472 y 476.

Como en otros asaltos millonarios cometidos en lo que va del año, los ladrones volvieron a emplear la modalidad que encabeza la lista de delitos en la Región y que continúa dejando sustanciosos dividendos para quienes la aplican: el escruche.

Se sospecha que en ambos golpes actuaron varios sujetos quienes con tareas de vigilancia previa, división de roles, planificación y la aplicación de técnicas mecánicas para vulnerar aberturas, se alzaron con un importante botín.

Lo que se conoce del caso hasta el momento es que para acceder a las viviendas forzaron los cerramientos de las ventanas.

Todo el acto fue ejecutado sin que nadie se percatara y a pocos metros de la garita de seguridad ubicada en la entrada del predio.

Pero el dato más significativo es el que se desprende de los testimonios recolectados en el lugar.

Según pudo establecer la Policía, todo apunta a que los sujetos salieron del lugar en un auto.

Al menos dos personas hablaron de la actitud sospechosa del conductor de un Fiat Mobi, quien “se pegó al auto de un vecino” que se disponía a abandonar el lugar.

Como el portón se abre con una clave, al no tenerla estos sujetos habrían aprovechado que alguien salía para colarse.

Para los investigadores, todas estas acciones y el hecho de que nadie se percatara del acto delincuencial que llevaban a cabo, demuestra una vasta experiencia en lo que respecta al delito organizado.

Es por ello que, por estas horas, quienes se encuentran analizando el caso tienen sus esfuerzos centrados en determinar qué artilugio emplearon para burlar los distintos mecanismos de seguridad con los que cuenta este complejo habitacional.

Todas las sospechas apuntan a que pudieron haber ingresado por algún sector de la cerca perimetral del barrio ya sea, cavando un pozo o saltando un alambrado.

Pero tampoco se descarta la posibilidad de que hayan accedido por la entrada principal haciéndose pasar por operarios o amigos.

Lo cierto es que una vez que estuvieron en el interior del lugar, se dirigieron a dos propiedades en particular, cuyos lotes con correlativos, y se llevaron todo lo que fuera fácilmente transportable.

De una de la casas sustrajeron alrededor de 10 mil dólares, 18 relojes de diferentes marcas, alhajas, indumentaria sin estrenar que incluso aún conservaba su etiqueta, ropa, un total de dos computadoras portátiles, un protector, dos pares de anteojos importados y varios miles de pesos.

En la otra, se apoderaron de un total de 5.000 mil dólares, aros, pulseras y dos relojes antiguos de oro.

Ambos casos guardan la similitud de que fueron cometidos mientras sus propietarios se encontraban de viaje. De hecho, todo apunta a que pudieron haberse cruzado en la ruta.

Según pudo saber este diario, el pasado sábado, luego de pasar varios días en la Costa atlántica, una de las víctimas retornó a La Plata para pasar Navidad.

Pero sus ganas de festejar se escurrieron como arena entre los dedos cuando llegó a su casa y se encontró con el desastre.

Cuando este hombre descubrió que habían entrado a robar en su domicilio, el otro damnificado hacía unas pocas horas había desembarcado en uno de los balnearios bonaerenses con la intención de pasar Navidad allí junto a sus afectos.

Pese a que se encontraba inmerso en el proceso de acomodarse en la propiedad que había alquilado, este hombre tuvo un momento para revisar su teléfono.

Entre las notificaciones alcanzó a leer algo sobre un robo que acababa de sufrir uno de sus vecinos.

Inmediatamente, la duda lo invadió. Si bien la posibilidad era remota de que hubiesen atacado dos casas en un barrio privado, el hombre prefirió asegurarse y enviar a un conocido al lugar para ver que todo anduviese bien.

Entre ambos golpes, se llevaron más de 15 mil dólares, pesos, joyas, relojes y prendas de vestir

Grande fue la frustración cuando al cabo de unos minutos lo llamaron para contarle que tenía dos aberturas forzadas y que había “claros signos” de que habían registrado hasta el último rincón.

La intuición no le falló a este hombre. Tal como lo sospechó desde un principio, los ladrones no dejaron pasar la oportunidad y terminaron haciendo un dos por uno.

Ambos sucesos provocaron una gran indignación entre los vecinos quienes aseguran sentirse desprotegidos. Sobre todo si se tiene en cuenta la seguidilla de atracos cometidos en diferentes countries a lo largo de este año. Entre ellos, el millonario golpe dado en el country Grand Bell, un caso que en las últimas jornadas avanzó con la detención de quien sería su cabecilla.